El Ayuntamiento de Madrid ha vetado este poema
en el cementerio de La Almudena, probablemente
no por su contenido, sino por lo que representa su autor
en la memoria de nuestra historia.
Hay una campaña para que se conozca este poema
Quien esté por la labor, que rebote este video y haga más.
Gracias.
Elegía
Miguel Hernández
(En Orihuela, su pueblo y el mío, se
me ha muerto como del rayo Ramón Sijé,
con quien tanto quería.)
Yo quiero ser llorando el hortelano
de la tierra que ocupas y estercolas,
compañero del alma, tan temprano.
Alimentando lluvias, caracolas
y órganos mi dolor sin instrumento.
a las desalentadas amapolas
daré tu corazón por alimento.
Tanto dolor se agrupa en mi costado,
que por doler me duele hasta el aliento.
Un manotazo duro, un golpe helado,
un hachazo invisible y homicida,
un empujón brutal te ha derribado.
No hay extensión más grande que mi herida,
lloro mi desventura y sus conjuntos
y siento más tu muerte que mi vida.
Ando sobre rastrojos de difuntos,
y sin calor de nadie y sin consuelo
voy de mi corazón a mis asuntos.
Temprano levantó la muerte el vuelo,
temprano madrugó la madrugada,
temprano estás rodando por el suelo.
No perdono a la muerte enamorada,
no perdono a la vida desatenta,
no perdono a la tierra ni a la nada.
En mis manos levanto una tormenta
de piedras, rayos y hachas estridentes
sedienta de catástrofes y hambrienta.
Quiero escarbar la tierra con los dientes,
quiero apartar la tierra parte a parte
a dentelladas secas y calientes.
Quiero minar la tierra hasta encontrarte
y besarte la noble calavera
y desamordazarte y regresarte.
Volverás a mi huerto y a mi higuera:
por los altos andamios de las flores
pajareará tu alma colmenera
de angelicales ceras y labores.
Volverás al arrullo de las rejas
de los enamorados labradores.
Alegrarás la sombra de mis cejas,
y tu sangre se irán a cada lado
disputando tu novia y las abejas.
Tu corazón, ya terciopelo ajado,
llama a un campo de almendras espumosas
mi avariciosa voz de enamorado.
A las aladas almas de las rosas
del almendro de nata te requiero,
que tenemos que hablar de muchas cosas,
compañero del alma, compañero.
- Autor: Kapirutxo (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 6 de septiembre de 2022 a las 15:13
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 113
- Usuarios favoritos de este poema: WandaAngel, Miguel Ángel Miguélez, Antonio Martín, Aliscrist ✨, Willie Moreno, Fabio Robles, Violeta
Comentarios1
Uno de mis poemas favoritos de siempre.
Se nota mucho la diferencia en la entonación e intensidad de la declamación entre los que son rapsodas y no; pero eso hace el vídeo más auténtico... 🙂
Ahora lo comparto por facebook a ver hasta dónde llega.
¡Salud!
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