A los sentidos.
Observo por la ventana
las miles de almas que se congregan caminando,
y entre todo ese mar de gente
una luz refleja tu figura angelada.
y yo como buen observador
me quedo contemplándote,
tan fijamente desde mi trinchera
con una mirada suave y pícara.
veo tu cabello húmedo y lacio
deslizándose gentilmente por tu espalda
tus manos acomodando un cabello suelto
y tus piernas haciendole un desfile a la banqueta.
y yo como buen entendedor
descubro el reto que me vuelve decidido,
y gano la batalla contra mi mismo
porque ahora tus ojos y los míos se han cruzado.
tu no sabes mi siguiente movimiento
te observo y cada vez mas motivado,
comienzas a acercarte y me acerco yo también.
la distancia se reduce enormemente
ahora somos majestuosamente a metro y medio,
y te contemplo nuevamente cuando estoy frente a ti.
y como voy a olvidar la sensación?
a los sentidos nuestros explotamos,
porque sé que nos sentimos sin tocarnos
porque hubo magia alrededor, no sé si negra o blanca
pero hubo....
que el tiempo simplemente se detuvo
al roce de tus labios y los míos,
y mis manos necias se abren
y se encuentran con las tuyas anudadas.
vimos como el mundo nos envidia
cuando bailamos, cuando nos tocamos,
tal vez mas cuando prendemos las palabras
que normales son en otros, pero mágicas cuando nos las pronunciamos.
y todo lo descubrimos en segundos
con nuestras miradas en contacto mutuo,
y nuestros labios enredados.
era un nuevo mundo
cuando el tiempo y el universo conspiraron,
porque dejamos atrás a los sentidos y empezamos a vivir la realidad.
Félix Martínez. ©
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