Qué triste el día, en que me descubrí besando tus labios en otros labios.
Cuando entendí que no te habías ido, porque estabas dentro mío.
Y que ningún llanto te devolvería a mis brazos para estrujarte el alma y llenarte de besos.
Qué triste aquella madrugada que soñé contigo y al despertar sentí tu perfume y me abarcaron los recuerdos.
Qué duro el amanecer que no pude contarte y levantarme en las mañanas sin tus palabras de buenos días y, usar tu sonrisa como mi combustible.
Ahora que no estás, que solo vives en mis emociones más profundas, he entendido un par de cosas...
Que el amor duele demasiado ¿Pero qué seríamos sin amor?
Y te confieso, que si el tiempo volvería atrás aun sabiendo que nuestro final sería el mismo, lo volvería a intentar, porque amarte fue
y es
lo más hermoso del mundo.
- Autor: josesotelo ( Offline)
- Publicado: 8 de septiembre de 2022 a las 20:11
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 18
- Usuarios favoritos de este poema: Sebastian Cruzz
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