El pasado día, al salir del sueño en el cual estaba inmerso, y
enfrentarme a la luz del día, pude comprobar, como se disipan
mis temores.
La penumbra de la noche, solapada por la incertidumbre, no
deja muchas alternativas que ayuden a combatir tanta necedad
existente...
Pensé que debía regresar por el camino de siempre, para
sorpresa mía, se esfumó del mismo modo que lo hace el humo
de la paja seca.
Esperaré otra oportunidad, pues tengo marcado interés, en
saber, hasta que punto es cierto, que los seres humanos, pueden
llegar a amarse y odiarse, en sólo unos instantes.
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Autor:
emiliodom (
Offline) - Publicado: 9 de septiembre de 2022 a las 05:16
- Categoría: Amistad
- Lecturas: 50
- Usuarios favoritos de este poema: Mauro Enrique Lopez Z.
Offline)
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