La reina, ! por fin!, se ha jubilado.
Lo ha hecho como los dictadores,
dando órdenes hasta el último momento,
y dando ejemplo a la clase trabajadora,
para que cotice hasta su último día de vida.
Dios salve a the Queen y sus ejemplos.
¿ Y a ti quién te salva de estar siempre abajo?
Ni Dios, ni la reina , ni la historia,
te van a devolver todo lo que te han robado.
Dios salve a la reina en el paraíso,
y al estado de sus crímenes en la tierra.
Porque a nosotros no nos salva ni el demonio.
Su satánica majestad asesora en los planes del estado y de la reina.
Castillos más grandes, murallas más grandes, jardines más grandes;
recortes en sanidad, educación, empleo… más grandes.
Castigos más grandes contra los que intenten rebelarse desde abajo.
La pompa, la vanidad, la frivolidad con la que viven los de arriba
es pagada con la sangre y el sufrimiento de los de abajo.
Serán marcados a fuego y sangre,
a los descubran y divulguen su juego:
nos educan para que amemos a nuestros enemigos de clase.
Ángel Blasco.
- Autor: Angelillo de UIxó (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 9 de septiembre de 2022 a las 12:48
- Comentario del autor sobre el poema: llorar por la reina, que nos educan para amar a nuestros enemigos de clase, y seguir su ejemplo, cotizar hasta los 90.
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 48
- Usuarios favoritos de este poema: Mauro Enrique Lopez Z.
Comentarios1
Muy bueno, justo en la muerte de la Reina Isabell
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