Bajo el hieratismo de una roca,
fusil con bayoneta en mano
y un oso enroscado en la cabeza,
el guardia real de Buckinham
ha permanecido inmóvil
ante nevadas o bombardeos.
Sin poder permitirse una lágrima
cuando un duque le confiscó
a un mendigo las monedas
delante de sus narices.
Su conciencia le pedía amartillar
el fusil y ajusticiar en el acto
al duque, pero pesaba más en él
el juramento de no mover un dedo
aunque su mujer se le acercara
para decirle que les había tocado
el premio gordo de la lotería,
que sus instintos más primarios.
Ni siquiera pudo permitirse
derrumbarse cuando sus colegas
retiraron de allí al mendigo
porque desprestigiaba al palacio.
O cuando al yorkshire del príncipe
Harry le dio por escaparse
del palacio para mear en sus botas
sin poder dar un zapatazo en el suelo.
Fueron tantos veranos soportando
picores en su cabeza encajonada
en un torreón de angorina
aguantando las ganas de rascarse,
que cuando le tocó jubilarse,
había olvidado escapar de su cuerpo.
- Autor: Joseponce1978 (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 9 de septiembre de 2022 a las 17:58
- Comentario del autor sobre el poema: Se está hablando mucho estos días del fallecimiento de la reina de Inglaterra. Ya he dejado claro alguna vez lo que pienso de las monarquías y no voy a ser oportunista ahora que la mujer ha muerto. Hace mucho tiempo que la figura del guardia real de Buckingham me ronda la cabeza para escribir algo al respecto. Lo de estas personas me parece un trabajo tan duro...y hablo totalmente en serio. Para alguien como yo, que soy bastante nervioso, lo de permanecer tantas horas sin poder ni pestañear se me haría insoportable, como lo de los artistas callejeros que hacen la estatua, pero estos al fin y al cabo van por libre y son ellos mismos quienes se marcan su horario y ante cualquier urgencia se podrán mover. Tampoco conozco a fondo las normas disciplinarias de los guardias reales, si se podrán mover cuando se les pose una avispa en la nariz o si se les abrirá un expediente en tal caso, pero se les ve siempre tan quietos, que a mí hasta me sobrecoge.
- Categoría: Gótico
- Lecturas: 32
- Usuarios favoritos de este poema: Texi
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