Un palmo por debajo de tu ombligo
el surtidor de inagotable miga,
en conjunción con la fecunda espiga,
activan la fermentación del trigo.
Allá donde el calor encuentra abrigo
y los deseos caen en fatiga,
el cuerpo del pecado se prodiga
dejando el ansia infiel por fiel testigo.
Oculto en comisuras inferiores,
en el interruptor de los temblores
un epicentro erógeno se posa.
Sin despreciar al resto de las flores,
los pliegues de la más ferviente rosa
conducen a una sima fantasiosa.
- Autor: Joseponce1978 (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 10 de septiembre de 2022 a las 11:43
- Comentario del autor sobre el poema: Este soneto no está dedicado a nadie en particular. Quizá sea producto de algún sueño húmedo reciente.
- Categoría: Espiritual
- Lecturas: 68
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