La aflicción visitó a mi alma,
mi corazón debería tomar aliento.
De mi boca el suspiro fue expulsado,
no dispongo hermandad a quien acudir,
ni cómplice sobre quien echar carga,
¿Mas de qué serviría todo eso?
Si solo Cristo es mi única esperanza.
Qué fácil es errar a veces,
qué fácil es afligirme sol tras sol.
Al caer la luna, con el manto de oscuridad que la escolta,
he de añorar perderme entre las miradas y esperar por algo,
¿Esperar qué?
esperar salir de este aflictivo estado que entristece mi corazón,
forzando a mi semblante a veces a aparentar.
Una cosa sé por experiencia: que en cada mar de aflicción,
Dios me extendió la mano para no dejarme caer en la desgracia.
Bendito sea mi Dios salvador
y creador.
Amén.
- Autor: inmemori__ ( Offline)
- Publicado: 11 de septiembre de 2022 a las 02:08
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 43
- Usuarios favoritos de este poema: alicia perez hernandez, BUSTILLOS
Comentarios1
Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí. Juan 14'6
Gloria al Padre, al Hijo, y al Espíritu Santo.
Amén.
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