Esa inquieta y frágil alma mía. La miré perderse entre el bosque frondoso del pensamiento. Quise detenerla, pero que va. Escapó silente y presurosa.
Meditabunda y sola, caminé largo y parejo por aquel bello momento. Mientras, la ígnea imaginación, volaba y volaba hasta caer en el lago insondable de los lamentos.
No podía quedar atrás la diafanidad del Satélite Celestial, la luz de la Estrella Vega y la magia primaveral
Arqueando mi cuerpo sumergí mis dedos en el dorado cristal.
Fuente iridiscente de cantos
Y aleluyas
Canciones y amores
Luz de perfumadas flores
Precioso rubí
Mirada azul
Fuego sideral
Imagen: Créditos a su creador
Luz Marina Méndez Carrillo/10092022/ Derechos de autor reservados.
Obra registrada en Cedro-España/ https://www.cedro.org/
- Autor: VITRALES DEL ALMA ( Offline)
- Publicado: 11 de septiembre de 2022 a las 21:07
- Categoría: Espiritual
- Lecturas: 36
- Usuarios favoritos de este poema: alicia perez hernandez, Martha patricia B
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.