Tu tierra, no es tu tierra.
Sus brazos, arados, se enfrentan
con lo invertebrado que hay en ti.
No es tu ámbito este. No es tu
luz. Ni siquiera tu camino,
o tu senda. No es su madera,
tu madera. No es, con su vocabulario,
con el que a gusto te expresas.
No es tu aquí ni tu ahora: se confundieron
confundiéndote.
Dios sin ángeles y una tierra desvanecida.
Ríos secos y esparto y tuétanos y rocío.
Dios sin ángel, de las avenidas demasiado
ciertas. Dios con eructos y sangre, vaharadas
asesinas de humo. Dios cercano y certero.
Dios sin perlas.
©
- Autor: Ben-. ( Offline)
- Publicado: 14 de septiembre de 2022 a las 09:45
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 38
- Usuarios favoritos de este poema: Mauro Enrique Lopez Z., Alberto Diago, Rafael Huertes Lacalle, Martha patricia B, alicia perez hernandez, Antonio Miguel Reyes
Comentarios1
Ben, preciosos versos...
abrazos con saludos.
Gracias querida amiga, un fuerte abrazo Alicia!!
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