El uno para el otro.

Preparo mi ropa de cama y abro la ducha para luego tomar un baño, y mientras hago eso me pregunto qué estarás haciendo. En realidad lo hago todo el tiempo, a toda hora y en cualquier momento te paseas por mi cabeza. 
Es una locura cómo la vida o el destino; (en cierto modo es lo mismo) nos jugo en contra, y yo que creía que iba enserio, que el reencuentro sería para ser felices juntos. Sin embargo lo que duró ha sido bueno, tu compañía y tu dulzura envuelta de abrazos y bellas palabras, me han hecho sentir y conocer el lado lindo del amor, la hermosura del enamoramiento tonto que dejan a uno en las nubes, distraído y torpe a cada segundo del día. Pues no me quejo, no reprocho nada, al contrario, mi sueño de volver a vernos se hizo realidad y fui feliz por eso, y porque tuve la oportunidad de enterarme que tú también pensabas en nosotros y tus sentimientos eran... ¡perdón! Son igualitos a los míos. 
Ahora que ya he tomado mi ducha y me he vestido para dormir, analizo la distancia que nos separa, que puede ser mucha, pero a pesar de cada kilómetro, estamos y estaremos mas cerca de lo que queramos creer, porque no hay barrera que pueda con lo que sentimos, queremos y deseamos hoy. Somos el uno para el otro, atados de punta a punta a un te amo profundo, conscientes de ello y esperanzados de vernos en nuestros sueños; de la mano, abrazados, perdidos en el beso que nos condena a seguir buscándonos.