Desamparo

Elizabeth Maldonado Manzanero

El viento ingobernable e indigente, ha cobijado

con sus fríos brazos mis anhelos,

el obrero corazón esta tiznado de desencuentros

mi cuerpo da cuenta de la mujer enfermiza, 

el hambre de justicia, mi faz enjuta

y mis dedos entumidos de cansancio

me van vistiendo de años, de andares y pesares

y un pequeño puñado a penas de alegrías,

son como la ventisca, de la noche triste

perenemente han silenciado la aurora

y como regalo todo envuelven, 

para el nuevo día no hay renuevo de esperanza.

Mi sol enfermo de añejas culpas 

sigue encumbrando solo mis desdichas

y la soledad embriaga mis palabras

para juzgar el mundo, la vida, mi dura vida.

Estoy lánguidamente longeva y más que presta

a entregarme a la tentación de la noche sin velo

y sus tinieblas nocturnas de miradas que revolucionan

los instintos, todo me va guiando y vago como zombi

ante la caprichosa lujuria de la eternidad

confieso que estoy harta de la maldita circunstancia

y por todas partes me obliga, me rodea, me cerca

de los cabellos a los pies como un cáncer todo infecta

hasta mis intimas y efímeras delicias envejece

prematuramente mis menguadas ganas.

La pordiosera madrugada me acostumbra al hedor,

de la misma mujer que invariablemente soy cada día,

noche a noche, en medio del sueño  y no puede alejar

la idea afanosa de no mirar más el gris de éste cielo,

de asesinar la realidad con fantasías y cobijarme nuevamente

de anhelos, sin embargo, no soy capaz de matar

ni a la mosca mucho menos alegar defensa propia…

 

  • Autor: Isel (Seudónimo) (Offline Offline)
  • Publicado: 20 de septiembre de 2022 a las 00:16
  • Categoría: Sin clasificar
  • Lecturas: 23
  • Usuarios favoritos de este poema: alicia perez hernandez
Llevate gratis una Antología Poética ↓

Recibe el ebook en segundos 50 poemas de 50 poetas distintos


Comentarios +

Comentarios2



Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.