Si muero de alcoholismo donen mi sangre a los pacientes terminales.
No quiero ser un egoísta,
aún en mi sentencia de muerte podemos compartir este hermoso vínculo.
En una vida agónicamente solitaria,
podemos concluirla juntos, embriagados.
Hagamos que la muerte sea esa feria donde subimos al carrusel saltando como párvulos hijos de putas
o probando nuestra puntería lanzando dardos de recuerdos esperando atinar alguno y llevarlo consigo a la otra vida
y espero entonces que el alcohol sea la razón de una próxima feria.
- Autor: javiercastellano23 ( Offline)
- Publicado: 21 de septiembre de 2022 a las 00:13
- Categoría: Sin clasificar
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- Usuarios favoritos de este poema: alicia perez hernandez
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