Celebrando con mi mujer

Ochenta completos, parece mentira
aunque yo sospecho que en la otra vida,
sin lugar a dudas voy a cumplir más.

Apenas ayer, jugaba sonriente
y me divertía, divertidamente
con lo poco o nada de mi libertad.

Ha pasado el tiempo, -demasiado triste-,
me he quedado solo cuando tú te fuiste,
cuando tú te fuiste para no volver.

Crecieron las hijas y la más pequeña,
la que consentías porque era tu nena
hoy está más linda, más linda que ayer.

Tiene una pequeña, bonita y traviesa
y para nosotros es una princesa
como Sherezada o como Jazmín.

Me alegra la vida!, ay, si tú la vieras,
sus ojos brillantes son dos primaveras,
son dos primaveras, en nuestro jardín.

Yo me he puesto viejo, para qué te cuento,
aquel flaco loco, que era un esperpento,
hoy se contonea como un pavo real.

Y así, dando vueltas como una pirueta
en lo más profundo de mi vida inquieta 
me he creído poeta ¿Lo puedes creer?

Y le escribo poemas a los desengaños,
hoy escribo este para mi cumpleaños
y te lo dedico, como debe ser.

Porque te he querido más que suficiente
y tengo en mis planes, -lo tengo pendiente-, 
para sorprenderte, el llegarte a ver.