Acuesto la mente en la almohada
Y automáticamente brotan
Piritas de cristales rotos
Que penetran el algodón,
Algodón suave y fino
Como el trago amargo de vino
Que hondo me socava
Y carcome lentamente.
Preso, el dolor gimiente
Desborda mi alma, la cual llora
Por la vida y lo que aguarda.
Sin consuelo alguno y Sin cobijo,
mi espíritu se rinde al frío
E implora desde la noche al alba,
Que Sienta lástima de este saco
Que es mi cuerpo y tomándome
Entre sus brazos me dé calor.
- Autor: Melissa Miel (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 22 de septiembre de 2022 a las 13:35
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 44
- Usuarios favoritos de este poema: Tommy Duque, alicia perez hernandez, WandaAngel, Ed-win, DRM
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