Levantarme hoy, fue, mi peor caída.
Decidí entonces, alegrar el día.
Mientras miraba triste, el alborozado sol,
La mañana, pasó oculta, sin decir adiós.
Cuando el viento, tiñó la noche, con su negrura,
Me llamó una bohemia tasca, cantando sabrosura.
Despedí mi sufrimiento, con eluyentes sonrisas.
Saludé, una nueva alegría, al notar una linda chica.
Nunca me había sucedido, tan grande cosa.
Que me invitara a su mesa, una mujer, tan hermosa.
Y la noche fue viva, como nunca soñaba.
Como el sol te mira, ella, me miraba.
Me vislumbraba fijamente de frente,
Observándola, vi, que ella era, diferente.
En su versar, fingía aparentar mucho alivio.
En su mirar, revelaba tal dolor, de marchito lirio.
Yo le prometí, brindarle, mucha alegría y delirio.
Dirán algunos…
Eso dicen todos.
Y eso fue, lo que ella pensó.
Me atacó, un punzante silencio…
Tan incisivo, que atravesó mis huesos.
La afligida bebida, se amargó…
Saqué valor de fiero caballero,
La tome de sus manos, con delicadeza,
Sentí, un escozor al percibir, sus manos…
Muy ásperas y gruesas.
Sin preguntarle, me dijo;
“Que son manos, trabajadoras del campo”
…Y me dije;
¡Vaya mujer…!
¡Es un encanto!
Escuché su ronca voz…
Algo masculina, era extraña.
Quitando las palabras de mi boca,
Me dijo;
Estoy afónica, ayer perdí la voz…
Y hoy la recobré con;
Tremenda tos.
…Y me dije;
¡Vaya mujer…!
¡Es un encanto!
Analizando su vestimenta,
Vestía pantalones varoniles, y camisa reforzada.
A la gente vecina de la mesa, le robaba la mirada.
Sin preguntarle, me dijo;
Dame tiempo…
No te confundas, con tu pensamiento.
Tal vez, ahora te parezca, mi vestir extraño.
Después…
Me veras vestida, de suave seda y Muy fino paño.
“En verdad, soy muy femenina”
Ahora visto, la dotación del trabajo.
Desfilo mi candor,
Con ropa sensual, de mucho esplendor.
Me gustan acicalados vestidos
Y faldas, con estampados divertidos.
Aunque me hablaba con ternura,
Tenía la voz muy gruesa, algo dura.
Fue entonces cuando sonó,
La canción que más me gusta.
Soy un caballero serio. Y no me gusta mentir.
Bailé una bachata, muy pegado a su vientre.
Y lo que pasó después, no me lo van a creer…
…Sentí un elemento muy extraño.
Fue entonces, cuando pensé, en salir a correr…
Extraña situación…
Le pedí entonces, una buena explicación…
Ella se refirió entonces, a su privacidad.
Compartiendo, que había escondido su móvil,
En su impoluta intimidad.
Me volvió, el alma al cuerpo.
Después, que las dudas se marcharon.
Ya había pasado la media noche,
Y sin derecho a reprochar,
Y de una, nos echaron.
Al cabo de una eternidad para mí,
La verdad, solo pasó un mes.
Nos encontramos otra vez.
Y le dije…
“Hoy si vistes, de Mujer”
Dame tu querer…
Ella hablando, con verdadera…
Muy verdadera voz de mujer.
Volvió, la primavera.
Y me dijo…
Papi, pide lo que quieras…
Le pedí, que me hablara, me conversara.
Porque en verdad, su voz era dulce.
No juzguen por las apariencias…
Porque pueden perder, un sinfín de bellísimas, experiencias.
- Autor: Sierdi (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 22 de septiembre de 2022 a las 22:59
- Categoría: Amor
- Lecturas: 53
- Usuarios favoritos de este poema: WandaAngel, MISHA lg, Mauro Enrique Lopez Z., alicia perez hernandez, Antonio Miguel Reyes
Comentarios1
un amor ...dudoso poeta me encanto me hiciste sonreir ....bellas letras de amor, gracias por compartir
Ella hablando, con verdadera…
Muy verdadera voz de mujer.
Volvió, la primavera.
besos besos
MISHA
lg
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