Bien adentrado en la madrugada, iba dando una ronda de vigilancia por un camino poco iluminado cuando he creído ver una piedra en el camino. Que raro, he pensado, he pasado ya 3 veces por aquí esta noche y juraría que no había ninguna piedra. Ayudándome de la linterna del teléfono he descubierto que lo que yo había dado por piedra, ha resultado ser... ¡un erizo! Todavía no me había topado con un erizo a mis 44 años, y mira que he recorrido kilómetros por caminos de tierra en horario nocturno (el erizo es un animal nocturno). Es un mamífero muy habitual por esta zona, y aunque he visto ya unos cuantos atropellados en la carretera, es la primera vez que me encuentro frente a frente con uno vivo. Asustado tal vez por mi presencia, se encontraba en una clara posición defensiva, hecho una bola de púas, cuando me he agachado para susurrarle:
- ¡Oh, erizo! Me maravilla tu capacidad para defenderte de los depredadores. Aparte de tu espinosa coraza, has desarrollado inmunidad al veneno de las serpientes. Podrías pasar tan campante frente a una manada de lobos o un nido de víboras y al primer intento de morderte, se les quedaría el hocico como un colador. Lo tuyo sí es sabiduría; solitario llevas tu camino con tu caminar tranquilo sin meterte con nadie ni meter el hocico donde no te llaman, y como tus cortas patas no te dan para huir de tus potenciales enemigos, te has sacado de la manga esa coraza disuasoria. Me imagino a un lobo intentando morderte, y cuanta más presión ejerza en la dentellada, más profundos serán los pinchazos en su lengua. Si las personas fueramos como vosotros no existirían las ofensas porque las palabras ofensivas quedarían ensartadas en las púas antes de llegar al oído. Si los gobiernos tomasen vuestro ejemplo, en lugar de calificar a los fusiles y las bombas con el eufemismo de instrumentos de defensa, y fabrican una bomba de 40 megatones para defenderse de la de 20 megatones del vecino, se dedicarían a fabricar más escudos y menos bombas. Lo vuestro sí es un mecanismo efectivo de defensa para proteger al peluche que lleváis dentro. Dicho lo cual, permíteme que te coja para hacerme un selfie contigo antes de sacarte de la carretera para ponerte a salvo en estos matorrales, no vaya a pasar por aquí un dominguero motorizado y te atropelle después de haber escapado de los lobos y las víboras. Veo que estás bien regordete y tus reservas son óptimas para retirarte a una larga hibernación de 4 meses. Esa suerte tienes, sin embargo a mí no me queda otro remedio que apencar con el otoño.
- Autor: Joseponce1978 (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 24 de septiembre de 2022 a las 02:27
- Categoría: Sociopolítico
- Lecturas: 39
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