Ahí en la intimidad
de esa vida secreta,
donde nunca soy dueño
ni lo a sido nadie;
obscuro sótano
de indefinidas identidades,
puedo pasar a ser cualquiera,
angel o diablo.
Andar perdido por ahí
es la forma común de vida,
y donde el dolor se lleva ya
oliendo a rancio.
Ahí donde la luz aprendió a llorar,
a verse y vestirse de oscuridad.
Ahí donde a veces brevemente,
se vislumbra el centelleo
de matices de virtudes olvidadas,
que quedaron incrustadas
en un impase, por una voluntad
que quiso convertirse en piedra...
- Autor: khepri ( Offline)
- Publicado: 25 de septiembre de 2022 a las 12:38
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 32
- Usuarios favoritos de este poema: alicia perez hernandez
Comentarios1
Ahí donde la luz aprendió a llorar,
a verse y vestirse de oscuridad.
Ahí donde a veces brevemente,
se vislumbra el centelleo
de matices de virtudes olvidadas,
que quedaron incrustadas
en un impase, por una voluntad
que quiso convertirse en piedra...
...............
Por brevedad las virtudes quedaron incrustadas, allí donde la luz aprendió a brillar para no convertirse en piedra.
bellos versos
Sin duda, así debería ser. Agradeciendo la visita poetisa.
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