Leones sin melena ni colmillos,
y que atacan con sus garras de fuego en las selvas de concreto,
hambrientos de horizontes sin mañanas,
han perdido todo y siempre perdieron, pero quieren seguir dando batalla,
rugen por la noche y nadie los entiende,
hoy se han trasformado en fieras moderadas,
no creen en la vida solo quieren una presa y un abrazo
Dios no existe en el mundo de los leones,
quieren carne, sangre y el dominio, y no hay fuerzas ni colmillos
se desgastan esos sueños perdidos, desparramados por senderos de fuego y espinas negras, donde habitan monstros con cabeza de cordero,
el hombre ha dejado el paraíso y se sumerge en el desierto de condenas y suplicios,
¡cuánto vale un abrazo intenso y desproporcionado! ¡hoy no vale mucho!
el aire se lleva nuestros esfuerzos y nuestros mejores deseos, y también se lleva las lágrimas de aquel cocodrilo que nunca ha sonreído, ¡una sonrisa vale más que eso!
y el aire se ha llevado vidas y sueños hacia mundos fangosos,
y el león no cree en Dios, porque sigue siendo salvaje, animal e irracional, y cree ser feliz, pero ruge por las noches, y las estrellas lo miran y derraman lagrimas, suspiros y compasión,
y león no cambiará, ¡ no desea el cambio y se sumerge en sus proyectos del ego e infortunio,
y sigue en su lucha insulsa y vana en la tierra del olvido y el desdén,
Dios apiádate de tanta bestia que deambulan por rincones y horizontes perdidos de la tierra y sus anexos escabrosos.
- Autor: Jacob1 ( Offline)
- Publicado: 26 de septiembre de 2022 a las 14:04
- Categoría: Religioso
- Lecturas: 29
- Usuarios favoritos de este poema: alicia perez hernandez
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