Me retiro a mi soledad eterna.
Enciendo esta noche una linterna
entre el frío que por esta ventana
entra a borbotones, como mi alma
en la muerta materia desvencijada
haciéndola jirones de blanca niebla.
Me retiro a mi soledad eterna,
aunque nunca daré por perdida
aqueya estreya que briya a oriyas
de mi vida, entre marea y arena...
Me voy volando al alba al despertar
a esta realidad tan extraña,
que se sueña, es la verdad...
Me voy flotando en una ola enfática,
a toda velocidad, cortando las aguas,
y la gran distancia que nos separa igual.
Atorado contra la barrera final descansaba
esperando la brisa de calma que me yevara
Con el corazón contraido en una mano
sobrevivía a los días largos solitario
conversando para las sombras neuróticas
poemas que hubiese lanzado a la fosa...
Pero las hadas soltaron mis ataduras
una noche de esas que encanta la Luna
Volé bajo la luz de su reflejo inverso
todo el invierno sintiéndolo en mí preso
Fue sorpresa salvar la caida consecutiva
satisfecho por lo bien hecho en mi vida
Merecí aquel hermético candado que caló
entre los despojos de un viejo reloj
cuyos chasquidos acechaban constantes
anhelando momentos que poder robarme...
Entonces decidí besar cada espina
hasta alcanzar la magna rosa encima
y trepé tan arriba que mal me temía
pero las hadas pulverizaron mis cadenas
cuando ciertamente parecía que caería a tierra
- Autor: Romey ( Offline)
- Publicado: 27 de septiembre de 2022 a las 07:34
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 43
- Usuarios favoritos de este poema: titánico., alicia perez hernandez, BUSTILLOS
Comentarios1
Un saludo, un placer leerte
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.