Primera reflexión

eledendo

 

 

... este descalabro de mi vida, este golpe exterminador de ángeles y rosas,

este acontecer que se me ha adentrado en el pecho y me ha llenado de estragos la sangre

y el discurso del cielo, me asedia, me agita y duele;

... no quiero exagerar en cómo es la soledad mientras se instruye,

o cómo llega la estulticia del tiempo y va invadiendo los hombros,

los brazos, la cintura y los pies sigilosamente, cómo tira sobre el diván del loco

porque ya no quedan pájaros por pasar a través de la ventana y el daño es grande:

una constelación desconocida y descontrolada de ejes y cuerpos, estridencias y órdenes;

yo sé que es un momento de mínima virtud y de escasísimo hombre,

una refriega de lobos enjaulados por y en mi propio frío;

… pero sé también que esta ruina mía pasará, aunque a dicha resurrección

nadie esté convocado y los lobos me aúllen hora a hora, día a día y año a año

por las venas tensas y heladas del corazón;

… yo, yo creo en la vida de mis huesos sitiados;

¿ dónde si no construiré lo que espero ?

¿ dónde y cómo, si no, la libertad ?

***

Antonio Justel Rodríguez

https://www.oriondepanthoseas.com

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