Cecilia no es un ángel, yo no quiero un ángel, quiero una mujer
Cecilia es una mujer con una voz dulce como la miel, femenina, sutil y elegante.
Cecilia tiene reminiscencias infantiles cuando salimos de lo formal , me adentro en su alma cuando converso con ella y escuchándola descubro que por dentro es aún más bella de lo que es por fuera.
Al lado de Cecilia atravieso las estaciones del alma
En invierno sus brazos me dan calor y me devuelven la calma en la tormenta y en la inquietud del corazón
En verano bebemos en el manantial de la pasión
Y a su lado siempre me siento en primavera
Cecilia se desespera si no le presto atención y su ira anestesia su corazón
Y me castiga fingiendo indiferencia
Porque sabe que para mí no existe mayor sufrimiento que su silencio ante mi presencia
Entonces mi misión es reconquistarla,
no con frases trilladas ni mentiras sino recordándole lo que hemos vivido
Recordar los momentos que compartimos es el mejor argumento para pedirle que tome mi mano y continuemos juntos por este camino
Pero si nuestro destino es estar separados no me ahogaré en el océano de la desesperación ni me enloqueceré por el deseo Simplemente intentaré beber las aguas del Leteo.
- Autor: Federico Eduardo ( Offline)
- Publicado: 1 de octubre de 2022 a las 02:38
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 35
- Usuarios favoritos de este poema: El Hombre de la Rosa, Mauro Enrique Lopez Z.
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.