Buscar y encontrar una aguja, en medio de una calle transitada,
resultará una árdua e inutil tarea, del mismo modo que lo es,
resarcir con dolor y pena, el olvido de esas personas, que
representan algo muy importante en nuestra vida...
Sabemos que existen ciertos deseos por cumplir, cada vez que
una voz frágil decide golpear la aparición del miedo.
Y también, cuando nuestros ojos, buscan noches pasadas, con
luces esacondidas, en medio de un futuro incierto...
Sabemos muy bién, como duele ver unas manos cansadas...
Está en nuestro deseo, el poder recoger aquella cosecha
sembrada en tiempo de bonanza...
- Autor: emiliodom ( Offline)
- Publicado: 1 de octubre de 2022 a las 03:58
- Categoría: Amistad
- Lecturas: 29
- Usuarios favoritos de este poema: El Hombre de la Rosa, Mauro Enrique Lopez Z.
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