Mi nombre se escribe con la pluma más sencilla
Sublime y andante con la fe de aquella sombra
Desmenuzada en centenar de algo que no brilla
Es triste, es racional soy la ley de las sobras
Me conformo con saber lo que he sabido
Indago sobre la palabra pasante
Es la norma del rey Dante
El preámbulo prohibido es el más cohibido
Redundancia absoluta en mi anterior verso
Realidad póstuma, sencillez abrumadora
Un cajón de dichos es la protesta más soluble
Pero viste la déspota similitud, entre lo cercano y lo lúgubre
Este es mi libro, un mundo abierto sin capítulos
Empiezo la historia cuando todo es relevante
¿Relevante ante qué?
Ante lo susodicho y lo predicho, solo es mero arte
Llevo un milenio escribiendo para ti
Para el ser que solo dictamina si estás aquí
Para mí o para él, solo es un fin de desdén real
Soy la fiel palabra, solo soy un tecladista magistral
Payasos de mil obras
Se postran ante la zozobra
Se cautivan con el saber
De lo que fue sin conocer
Lástima, llorar sobre el permiso no añorado
Como mil almas en penas, divagando y recordando el pasado
Entre llantos y penas, lamentos sin vocación
Es irrelevante, es solo una fiel situación
Pasare otro milenio escribiendo y contemplando
Los amaneceres sin sol, sobre la cima de un llano sin monte
Seré el tecladista de las obras
Seré la palabra más irreal, en otrora, seré el poeta de las mil horas…
Fin.
- Autor: julian (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 2 de octubre de 2022 a las 20:02
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 19
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