EXTRAÑAME

Extráñame, cuando en el frio de la noche no esté la calidez de mis palabras,

Cuando de madrugada no escuches susurrar en tu oído aquellas canciones.

Extráñame, cuando el café de mañana temprano no llegue a tu cama y el Clavel

En la repisa de noche no haya venido como todas las mañanas al despertar.

Cuando salgas a la tarde y el viento suave del otoño, no te dé motivos para escribir un poema.

Extráñame, cuando al paso melancólico de tu tristeza le haga falta esa sombra luminosa. Cuando

En las hojas caídas del otoño solo veas basura y no un motivo para escribir sobre el amor marchito.

Me vas a extrañar, cuando te sientes en las bancas de un parque y en lugar de leer a Benedetti, leas el periódico y busque entre sus páginas solo las noticias del clima y respuestas a tu frio.

Extráñame. No como castigo, ni por el simple hecho de masacrar tu corazón con el recuerdo,

Me vas a extrañar porque fuimos dos partes de la totalidad, de un todo. Fuimos dos naranjas enteras, que vamos por ahí repartiendo nuestros gajos, buscando la otra mitad, cuando lo que necesitamos es el todo, junto a la noche y la guitarra, juntos tú y yo sin extrañezas.

Extráñame, cuando te digan y escriban sin razón algún poema, cuando tu pelo largo sirva de cobijo a una piel desnuda y jueguen a encontrar lunares en tu cuerpo. Cuando beban vino en la copa de tu cuerpo y compartan los humos que gustas antes y después de del sexo al amanecer,

Lo siento por ti, porque me vas a tener que extrañar, cuando te besen otros labios sinsabor.

Extráñame, porque soy como aquel lunar con el que naciste y lo tendrás eternamente, cuando te ofrezcan un vaso de vino tinto y a la distancia te dediquen una canción. Extráñame, cuando al final de la noche, tímidamente te inviten a visitar el cielo y pasar por el infierno y luego al amanecer, encerrarnos en un manicomio, para entender estas cosas del amor y la felicidad que nos enloquece.

LENNOX

EL QUETZAL EN VUELO