UNA CONVERSACIÓN DE EXTRAÑOS MUNDOS

UNA CONVERSACIÓN DE EXTRAÑOS MUNDOS

En una cantina se encontraba un vago, sentado en la barra con cara de acongojado y con ojos de llanto sin derramar una sola lágrima, pregunto el cantinero – ¿para que estas tomando?- y el vago respondió:

-Tomando, no para olvidar, sino para tenerla más presente, tomando licor veneno para el cuerpo, pero felicidad de conformismo para el alma, TE AMO -dijo el vago refiriéndose a su amada-....así sea imposible para mi estar a tu lado, así nunca sea digno de estarlo.

Se escucho una voz filosofante entre lo profundo de la bohemia cantina que dijo:

-Donde toma un caballero no toma nadie más, cantinero sirva más fondo blanco, copa atrás y que suene el bacarat!-

El vago, alzo su mirada, respondiendo con una mueca en su cara:

-Salud amigo mío y que suene la melodía más triste, para soñar que estamos muertos y olvidar este dolor que nos carcome el alma... y soñar que estamos en los brazos de esa hermosa mujer.-

Siguiendo estas palabras, el gran filósofo decidió contestarle con una de sus frases:

-Carcome el alma, carcome hasta el más ínfimo sueño, como decir aquel sobreviviente en vistas de las fauces monstruosas del tigre. Música triste que mata lentamente el palpitar estático del corazón dejando a un lado la lozanía y aclamando el canto de muerte del ruiseñor-

Esta vez el vago sirvió la copa y mientras lo hacía le dijo:

-Ruiseñor que llora preguntando dónde está su amada, amada inamada por no estar en su abrigo, ruiseñor que fermosamente canta para ovacionar la verdad, para entorpecer el ser de su llanto, para rogar por ese amor.-

Preguntando el gran filosofo inicio después de tomarse la copa:

-¿Acaso el turbante magro del velo desvaneciente del desamor ronda la vida misma? Aclamaos estamos aquí, sin fervor alguno, con el corazón en la mano en el profundo argot de la existencia sin saber el por qué de un sin fin de cuestiones sin sentido que blasfeman el alma... ¿Acaso el sufrimiento será eterno?-

El vago pensando cómo responder inicio diciéndole a este gran filósofo:

-Eterno? pues se ha de saber que el incontrolable palpitar de nuestro corazón, es solo una efímera verdad, has de saber amigo, que nuestro abatido corazón es el que sufre, no en vano cabe dilucidar, porque el que sufre muestra las condiciones adversas vividas, sin oscurecer en alegría la triste realidad.-

Así pues acabando con la última botella de coñac, el filósofo decido acertar como si de una flecha se tratara sus palabras así:

-He llegado a la vana conclusión de que estás en lo cierto; podrán ocultar con desidia su dolor enmascarado, en momentos y sonrisas falsas, te digo aquí amigo que son seres humanos y por ello no dejan de sentir, de vivir y de amar. Oh si! la mujer es un ser hermoso, pero abyecto cuando quiere…-

En silencio y desolación quedaron, así el vago y el filósofo acabaron con el coñac servido en la mesa y partieron cada uno por su calle, sin volver a pronunciar palabra, sin saber con quién había hablado...

“como en el velo de oscuridad se sufre, como es la triste verdad, de aparentar estar alegres y mostrar, con una mirada la tristeza del corazón”

San Juan de Pasto, Nariño, 8 de Septiembre de 2010

Autores:

DIKE

OIMAR