Un marinero que llevaba 15 años navegando por marejadas tortuosas, desembarca finalmente en las deterioradas y pestilentes calles del barrio que lo vio nacer.
Conmocionado por las danzantes hierbas y aromáticas flores se detiene frente al gigante árbol que está muriendo en medio de la ciudad.
A sólo algunos metros de distancia,
ve una hermosa pareja caminando halando de un cordel el carro que monta su pequeño hijo.
Parece que una misteriosa naturaleza estuviese tocando el piano ahora mismo, empequeñecido por detalles aún más pequeños concluyó con una hermosa frase, que sirve de consuelo.
—Dios nos persigue con su carroza elegante y enormes corceles como a enanos de feria.
- Autor: javiercastellano23 ( Offline)
- Publicado: 7 de octubre de 2022 a las 00:36
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 16
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