La tumba es un aposento solitario que profanan los gusanos, ¿Para que preocuparse? Frente a un muro sin puerta me siento en una silla y contemplo los pensamientos de filósofos y poetas qué terminaron en el mismo banquete con gusanos.
Hasta que nada queda. Nadie es gente, son llanuras, venas de ríos. El hacha del viento inquieta a los estrobos cardíacos. Esa manía tan nuestra de expresión de la vida, el amor y el olvido.
Después cesaron las tristezas cuando pude empuñar una botella y en tu copa bebí el llanto.
¡Grita más de prisa!
- Autor: Jiber Ramos (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 8 de octubre de 2022 a las 02:09
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 25
- Usuarios favoritos de este poema: alicia perez hernandez, rosi12
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