DISPOSICIÓN
Llámame, a la medianoche...
y de día...
Y también de madrugada,
Cuando te sientas perdida,
Siempre que estés afligida
O que necesites verme.
Llámame, cuando la opresión
Estreche todo tu cuerpo
O cuando incluso te cueste
Saber si sigues con vida.
Llámame, si estás confusa,
o simplemente aturdida,
Que a lo mejor contigo logro
Compartir los sentimientos
Que a veces turban tu mente.
Llámame, cuando la casa
Se te venga encima y notes
Lo que te cuesta mantenerte erguida,
respirando consumida por la desesperación.
Llámame, si la tristeza anega tu pensamiento,
Y si la melancolía hace
que tus ojos suelten
Más de una lágrima clara,
que clama por mi presencia;
Llámame, porque tú sabes
cómo entre los dos trocamos
El sufrir en alegría y el llanto en alborozo.
Llámame, cuando estés contenta,
Y, ¿por qué no?, si estás tranquila
Siempre que tu cuerpo diga
Que requiere mi figura.
Llámame, y así me notas,
Me sientes como suspiro,
Del modo que me transformas
Y que me mantienes vivo.
DISPOSICIÓN
Llámame, a la medianoche...
y de día...
Y también de madrugada,
Cuando te sientas perdida,
Siempre que estés afligida
O que necesites verme.
Llámame, cuando la opresión
Estreche todo tu cuerpo
O cuando incluso te cueste
Saber si sigues con vida.
Llámame, si estás confusa,
o simplemente aturdida,
Que a lo mejor contigo logro
Compartir los sentimientos
Que a veces turban tu mente.
Llámame, cuando la casa
Se te venga encima y notes
Lo que te cuesta mantenerte erguida,
respirando consumida por la desesperación.
Llámame, si la tristeza anega tu pensamiento,
Y si la melancolía hace
que tus ojos suelten
Más de una lágrima clara,
que clama por mi presencia;
Llámame, porque tú sabes
cómo entre los dos trocamos
El sufrir en alegría y el llanto en alborozo.
Llámame, cuando estés contenta,
Y, ¿por qué no?, si estás tranquila
Siempre que tu cuerpo diga
Que requiere mi figura.
Llámame, y así me notas,
Me sientes como suspiro,
Del modo que me transformas
Y que me mantienes vivo.
DISPOSICIÓN
Llámame, a la medianoche...
y de día...
Y también de madrugada,
Cuando te sientas perdida,
Siempre que estés afligida
O que necesites verme.
Llámame, cuando la opresión
Estreche todo tu cuerpo
O cuando incluso te cueste
Saber si sigues con vida.
Llámame, si estás confusa,
o simplemente aturdida,
Que a lo mejor contigo logro
Compartir los sentimientos
Que a veces turban tu mente.
Llámame, cuando la casa
Se te venga encima y notes
Lo que te cuesta mantenerte erguida,
respirando consumida por la desesperación.
Llámame, si la tristeza anega tu pensamiento,
Y si la melancolía hace
que tus ojos suelten
Más de una lágrima clara,
que clama por mi presencia;
Llámame, porque tú sabes
cómo entre los dos trocamos
El sufrir en alegría y el llanto en alborozo.
Llámame, cuando estés contenta,
Y, ¿por qué no?, si estás tranquila
Siempre que tu cuerpo diga
Que requiere mi figura.
Llámame, y así me notas,
Me sientes como suspiro,
Del modo que me transformas
Y que me mantienes vivo.
- Autor: memento48 ( Offline)
- Publicado: 8 de octubre de 2022 a las 15:00
- Categoría: Amor
- Lecturas: 25
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.