Paseo al borde de la playa,
bajo la resplandeciente claridad de las estrellas.
El mar se asemeja a una extensa lámina plateada, donde se mira la Luna llena,
cual muchacha adolescente, contemplando su belleza.
El cielo es diáfano con su esplendoroso manto de diamantes celestiales.
Ya comienza el ritual, al que fuimos invitados,sobre esta blanda arena.
Desde el borde de la playa puedo escuchar
el croar de ranas y los staccatos de buho, también, los ostinatos siniestros del embrujado tambor, que oprime mi corazón con su lenguaje rítmico de madera y cueros tamboriles.
El acento acelera el ritmo cardiaco
y de la noche surge el canto del chamán
con sus hechizos ancestrales
y sus demonios infernales.
El ritmo coacciona, intimida y descarga
demonios y fantasmas
en esta profunda medianoche.
Desde el alma se revelan secretos que afloran con el trance...
Ahora los demonios se han convertido
en necios y dóciles esclavos.
El verso del chamán te lleva al trance ,
como un sendero mágico que te conduce
a la patria de los dioses ancestrales...
La playa está encendida y el cielo está encendido.
Una alfombra de estrellas cubre el espacio infinito.
¡Oh dulce medianoche. Tengo sed de ti y
mis piernas están ebrias de baile!
Entro al círculo de la hoguera para llegar
a las oscilaciones del alma.
Aquí abajo las refulgentes llamas de la hoguera
oscilan anaranjadas y amarillas
cual lenguas de encantados y gigantescos camaleones.
¡Mi alma está ebria de canto y danza nocturna;
de ritmos frenéticos y ostinatos tamboriles!
Ellos me transportan lejos,
al espacio-tiempo
de nuestros milenarios ancestros.
¡Ah, tengo sed de medianoche
y de cultos sagrados que esclavizan los demonios!
Al canto del chamán, los incansables pies
de una docena de jóvenes semidesnudos
retumban guturales y rítmicos
acompañando a la casi inconsciente muchacha,
que cansada de danzar
ha caído de rodillas al borde de la hoguera.
El ritual orgíastico la ha llenado de dicha y de una vívida felicidad.
Ahora ha venido hasta mí, y ya como una reina, o ya como una loca
me ha besado vehemente.
¡Oh dicha conmovedora y postrera alegría!
¡Oh pecado venial de la profunda medianoche!
¡Oh dicha sin fin de nuestro más grande amor!
- Autor: ceam (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 9 de octubre de 2022 a las 00:49
- Comentario del autor sobre el poema: Pasajes que se dan en todo amor que crece y evoluciona.
- Categoría: Amor
- Lecturas: 25
- Usuarios favoritos de este poema: alicia perez hernandez
Comentarios2
Una constelación de estrellas a tus bellos versos
Muchas gracias, Alicia!
Un abrazo cariñoso.
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.