Como la luz de una estrella apagada,
que perdura en el infinito,
como el sonido de una cuerda tensada,
que me trae un recuerdo bonito.
Abuelo,
yo te quiero y te he querido
y te sigo queriendo aunque no estés conmigo,
tan temprano y ya te has ido
y tú apenas me has conocido.
Sigo buscando tus caricias,
tus chistes graciosos y tu risa.
Sigo mirando nuestra foto,
para nunca olvidar tu rostro.
Sigo leyendo aquellos cuentos,
sigo sentándome en aquellos sitios,
sigo mirando hacia aquellos pisos,
y sigo llorándote a gritos.
Abuelo,
yo te quiero y te he querido
y te sigo queriendo aunque no estés conmigo,
tan temprano y ya te has ido
y yo apenas me he despedido.
Dime entonces cómo lo hago,
para no estar triste ¡si aún te quiero!
Dime entonces cómo lo hago,
si sin ti el dolor no es pasajero.
Emma Ballesté Swart
- Autor: Emma Ballesté Swart ( Offline)
- Publicado: 9 de octubre de 2022 a las 07:06
- Categoría: Familia
- Lecturas: 50
- Usuarios favoritos de este poema: Classman
Comentarios2
¡Qué bonito!
muchas gracias!
Los seres queridos nunca se van, a veces se esconden pero aparecen en cualquier rincón del recuerdo.
A penas se les busca se les encuentra.
Siempre están allí esperando por nosotros.
No se fueron, solo se adelantaron en el primer vagón, de nuestro mismo tren y el mismo viaje.
Toda la razón! Pronto nos veremos de nuevo🤍
Esa es la actitud.
Nadie ha muerto, solo se adelantaron en el viaje.
Has lo mejor que puedas cada día para él.
Que no te vea triste, no le eches a perder su día.
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