El cuadro de la familia parece estar chueco vieja. Quizá solo sea mi vista la que se nubla, pero de seguro que no es así.
Así yo veo a nuestra familia.
Nuestros hijos ya están grandes, ellos ya enderezaron su vida. Nosotros aun seguimos torcidos por las inclemencias de ese tiempo que nos llueve en la ventana. Pero la melodía de este vals nos permite estar tan abrazados como nuestra mirada cálida de dos viejos enamorados.
El tiempo a pesar de todo sigue su camino. Y nosotros debemos acompañarle en su caminar con esta soledad que ahora nos embarga.
¿Te acuerdas de las sonrisas de nuestros críos? Aun parecen que llenan de vida nuestra casa. De esa forma daban un suspiro, todos a su modo, que calidecía cada uno de los rincones de nuestra humilde morada, y también de nuestras almas.
¿Te acuerdas también de sus mañas? Ellos ahora comprenden que nuestros regaños son esas piedras que en cada tropezón les enseñaban a caminar mejor. Así que viendo esto, creo que los criamos bien, pero el tiempo sigue su curso; ellos ahora deben dejar su propio legado con sus propias piedras para que los nietos sean mejores cada día.
¡Qué tiempos aquellos cuando la música de sus bailes ardía cada fin de semana cuando ellos ya empezaban a dejar su propia descendencia! Creo que ahí volvíamos a ser esos padres a manera de imborrables recuerdos del pasado; a manera del romanticismo que sentíamos ese sentimiento por cada uno de nuestros hijo por siempre amados.
¡Qué tiempos aquellos cuando por fin volvíamos a esa vida que nos quemaba con ese fuego ardiente en nuestro corazón al ver la sonrisa inocente de los niños como si vivieran ese eterno sueño de fantasías!
Creo que esa es la razón por la que te invité a este vals, por eso debemos seguir bailando.
¿Qué importa que muestros pies comiencen a temblar por nuestro cansancio y nuestra edad! Esa música que hay en tus ojos me da esas vitaminas que necesito para poder seguir amándote cada día más.
¿Qué importa que ahora esta casa esté anegada por la soledad! Pues al ver ese ardor que hay en tus labios, me llena esa compañía de tí, necesaria para componer este baile contigo como si no existiera en este mundo nada más.
Sigamos bailando.
No dejemos que nuestros ojos se nublen con las lágrimas que nos dejó ese pasado, que, a la vista de los acontecimientos de nuestra vida, ya no volverá.
No dejemos que estas añoranzas por ese tiempo ahora para nosotros prohibido, curven la comisura de nuestros labios, los que, a la luz de las velas y este baile, solo sueñan con besar.
No dejemos que la alegría que aun permanece en nuestros agotados cuerpos desfallezca con la nostalgia que hay en nuestro rostro, pues, estoy seguro de que aun nos llena esa fuerza que nos da ese amor por los dos prometido ante el altar.
No dejemos que ese mismo amor muera con las inclemencias de ese tiempo que llueve más allá de nuestras ventanas, pues ahora nosotros somos ese mundo cargado de fantasías que adornan los pasos románticos de nuestro cuerpo en este dulce vals.
No dejemos así también que ese mismo tiempo huya de nuestra propia presencia, pues, estoy seguro de que nuestras fuerzas son todavía suficientes para cojerlo con nuestras manos, esas que en este baile no se soltarán nunca más.
Sigamos bailando.
El tiempo corre a prisa afuera, pero el reloj de nuestra pared ha cojido su propio ritmo, como si quisiera acompañarnos con nuestros pasos, esos que dan dos viejos enamorados que nunca más dejarán de bailar.
Nuestra voz ya está cansada y nuestros cuerpos ya no responden como antaño, pero si de algo estoy seguro todavía, es que nuestro amor ha seguido aumentando con esta soledad creciente, tal como si fuera la primera vez de dos viejos enamorados.
Esa fantasía aun gobierna nuestros ojos, y nuestros labios siguen rebosantes de esa misma alegría de antaño. Así de seguro notarás en los míos, cómo este amor por tí ha crecido con el pasar de los años.
Solo quiero que después de este baile, y cuando se acabe la música de nuestra vida, sigas estando aun segura de que los pasos dados por nuestro cuerpo seguirán en ese vaivén eterno de esa fantasía absoluta, esa que siempre habrá en la mente de dos eternos enamorados.
Por eso te invito a este baile, bals en el cual dejaremos atrás nuestras propias trabas, acompañándolas con esa alegría de ese eterno pasado, de que si de algo de seguro estaremos más allá de estos segundos, nuestro baile seguirá con su compás entrelazado por nuetro cuerpo, aunque nuestro amor abandone por fin la frivolidad de este mundo.
- Autor: Pato (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 9 de octubre de 2022 a las 18:05
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 25
- Usuarios favoritos de este poema: Antonio Jose Alcada, Intensity ✍️, Sierdi
Comentarios2
Temos pensado mucho nestas palavras. Estoi casado hace 40 anos. Y en verdade este és el camião que quiero seguir. Felicitações por un poema que todos deveríamos leer.
Embora eu não saiba escrever em seu idioma (esta é uma tradução) desejo-lhe muitos parabéns e também agradeço muito pelo seu comentário. Tenha um bom começo de semana feliz.😉😉
Sublimes versos mi estimado. Es una bendición tener un amor así, que se fortalece con el paso de los años y supera las adversidades. Un amor así es el deseo de todos los que le entregan el corazón a otra persona. Un fuerte abrazo y bendiciones 🤗🥰🥰😘😘
Un fuerte abrazo también para usted, señorita Sherezada.😘😘😘
Un fuerte abrazo 🤗🤗🤗 mi sultán.
😘😘😘🤗🤗🤗🤗
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