Ellas tienen forma de hoja acorazonada, su aspecto es de flor,
su tronco, es semejante al de un árbol, con deseos de hacerse
notar...
Sus pies, actuan de sustento en la tierra, sin apenas tocar el
suelo, como los de una bailarina, a la espera de proseguir la
danza...
Ella, permenece siempre a la espera, de abrir un sendero
mediante el cual, pueda alejar el viento indeseado. Desea
observar, como se trenza el viento con la lluvia del amanecer,
con la finalidad de poder vibrar con fuerza en el nuevo día.
Entiendo, que debemos amar a nuestra pareja con mayor
fuerza, cuando menos lo merezca, por ser el momento,
que más lo necesita.
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.