EN EL JARDÍN DE JESUCRISTO

En el jardín de mi amado
Muchas semillas él ha sembrado
Y con amor él las ha cuidado
De la sequía o inundación
Del viento y su estrago
De la plaga que ha emigrado
Para acabar con toda la plantación
Pero esto nunca procedió
Porque él día a día se percató
De que sus raíces fueran profundas
Para que la tempestad, ni la lluvia
Con su ímpetu arrollador
Las arrancaran de un tirón

En el jardín de Jesucristo
Todo es paz y es armonía
Porque de noche y también de día
Hay atalayas que en vigilia
Cuidan lo que fue plantado
Para evitar que el ladrón
Con su maldad y su traición
Termine con su legado
Para luego cosechar lo plantado
Y sus frutos sean seleccionados
Con disciplina y con cordura
Para que su dulzor y frescura
Se mantengan ahora y siempre

Siendo un hecho evidente
Que sus árboles son preciosos
Y con sus frutos jugosos
Alimentan a todo ser viviente
Donde las flores con sus lindos colores
Y su perfume exquisito
Aromatizan el ambiente
Rindiendo honra y loor al bendito
A mi señor Jesucristo
El que reina y vive por siempre
Mi roca, mi castillo, mi fuente
Que con su dulzor permanente
Mitiga la sed de mi alma
ENEIDA JOSEFINA BRAVO REALZA 
POETISA DE JESUCRISTO
EL BAÚL-VENEZUELA
15/10/2.022

 04:15 a.m