Veo apurado al mundo, veo todo con afán
no hay quietud, todo es productividad.
No hay tiempo, todo debe hacerse hoy
si no trabajo, perdiendo el tiempo estoy
si no estudio, piensan que nada seré
y mientras más vivo mi vida, el tiempo yo perderé.
Es lo que piensan, tienen relojes y no tienen tiempo,
el tiempo solo les alcanza para producir lo del alimento
su vida se esfuma como el humo que lleva el viento.
Piensan más en sus trabajos, que en sí mismos
triste resulta analizar las rutinas, alienados todos!!!
en producir, producir más nunca en sí invertir
a buena hora el tiempo que se agota y que de algún modo
no logramos percibir sino cuando ya las piernas y la espalda
el peso del tiempo empieza a sentir, doblegando
la fortaleza, reduciendo los años a días, las horas
a segundos, tienen reloj, pero ya no tienen tiempo
y acude entonces el remordimiento de no haber invertido
en el pensamiento un segundo, un minuto, una hora
un tiempo para sí; irónico es que ahora con la voluntad
de sembrar el pensamiento, no queda ni un segundo de tiempo,
ya no hay tiempo, ni tampoco pensamiento.
Se les fue la vida, y a mí que objeto fui de su resentimiento
por haber vivido mi vida sin monotonía ni aburrimiento, no
se me fue la vida, pero si se me fue el tiempo.
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Autor:
Andrés Africano (
Offline)
- Publicado: 15 de octubre de 2022 a las 22:34
- Comentario del autor sobre el poema: Una reflexión sobre la visión del tiempo en nuestra época y una invitación a replantearnos la concepción de este en nuestra vida.
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 41
Comentarios1
Tal cual, como dice el proverbio africano. Trabajemos para comer y no nos comamos para trabajar. Saludos.
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