En la corteza
del roble, centenario,
grabé tu nombre.
Él fue testigo
de encuentros, tantos días
entre tú y yo.
Bajo sus ramas
se unieron las miradas
y los latidos.
Éramos jóvenes,
dejando atrás los miedos
y tradiciones.
Y nos dejamos
llevar por los encantos
de aquel lugar.
Nos embriagamos
de amor y sentimientos
que iban naciendo.
Por eso, al roble,
tatué tu nombre, un día,
y en él quedó.
En él se unieron
la magia y la ternura
de tantos ratos.
Besos y risas,
abrazos y susurros
y algún "te quiero".
Hoy, la corteza,
del roble, envejecida,
grita mi amor.
Rafael Sánchez Ortega ©
16/10/22
- Autor: Pyck05 ( Offline)
- Publicado: 16 de octubre de 2022 a las 06:24
- Categoría: Reflexión
- Lecturas: 17
- Usuarios favoritos de este poema: Texi, Alexandra L
Comentarios1
hermosa reflexion ...alli quedo tatuado como tu amor a mi amor
haaa bellas letas poeta
Nos embriagamos
de amor y sentimientos
que iban naciendo.
Por eso, al roble,
tatué tu nombre, un día,
y en él quedó.
besos besos
MISHA
lg
Gracias por fijarte en esos versos Misha.
Besos.
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