"Te quiero, pero no te amo"
"Te necesito, pero solo cuando yo lo desee"
"A veces deseo caminar contigo de la mano"
"Otras simplemente imploro que no estés"
Tormentas huracanadas
Invaden la ciudad del amor.
Olas gigantes inundan perturbadas
El castillo de mi alma sin apenas compasión.
Reina de la ciudad del amor
Que ignora ocupar su trono.
Emperatriz sin compasión
Viuda de un ser cuyo amor clamó su abandono.
El Mundo oscureció
Ante su desfachatez vileza.
Al Mundo entero enfureció
Por no ceder ante la joya de su belleza.
"Pero yo soy una flor libre.
Nada ni nadie me impide florecer
Pues cada pétalo que permanece visible
Puede a cualquiera florecer"
"Soy como el sol al amanecer
O como la luna al anochecer,
Ellos gozan de su libertad
Allá donde nadie más puede acceder
En su absoluta oscuridad"
La Emperatriz viuda
abandonaba su reinado
Mientras el pueblo exaltado
Ansiaba su tortura.
Pero entonces, su Majestad El Apasionado
Como muestra de su ternura
Abrió sus brazos,
Sus ojos, su corazón, y armado de valor
Exclamó;
¡De todos es sabido,
Que la emperatriz renunció
A un amor que por mí fue concedido!
¡De todos es sabido,
Que su corazón fue considerado infame
Porque ella exclamó quererme
Pero no amarme!
Pero de todos es sabido
Que si la emperatriz
Siente su corazón herido
El pueblo, nuestro reino,
Quedará por siempre maldecido.
Si cualquier flor del reino,
Que es vuestra ciudad, es pisada,
Vuestro reino, vuestras almas,
Vuestras vidas quedarán por siempre devastada.
El Mundo necesita de flores para poder embellecer
Este lugar inmundo que con nuestra maldad hemos ensuciado.
- Autor: Estimado Sombrío (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 17 de octubre de 2022 a las 16:50
- Categoría: Cuento
- Lecturas: 30
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