Ramona se da a la mala prostitución por encomiendas de la vida misma, cuando en su niñez el único camino que existía para ella era la maldita prostitución. Y, Ramona, se ve atormentada, devastada y herida con un dolor muy intransigente. Cuando, Ramona, se siente con un dolor desmoronando a la vida y más al deseo en sobrevivir de esa maldita prostitución cuando de niña se vio atormentada y tan fría como una sola mentira, pero, que en realidad era la verdad fría que había irrumpido en su destino y en su camino como la terrible prostitución. Y, Ramona, se torna desesperadamente inocua, pero, trascendental como poder salir de ese prostíbulo, en la cual, la vida la llevó por encomiendas de la vida misma. Y Ramona sin ser sumisa ni retraída, se vio fríamente como la vida sin amor, con dolor, sin alma y con sufrimientos, y que después, la vida le cobró el doble de lo que ella estaba viviendo como la dama prostituta llamada Ramona. Y Ramona se siente como desprotegida, en la calle, en el imperio y en la maldita soledad que a veces le llama y le emana de su esencia como mujer solitaria en la espera que alguien le consiga atormentarse el instinto de creer en el mal percance que de ella sale y emana como una mujer o como la dama prostituta, como la llaman en la calle donde vende lo que es prohibido por ley y por la virtud de algunas personas. Y, Ramona, como toda dama y muy respetuosa en el área de la prostitución se da como la mujer más insistente de creer en el alma, pero, a ciegas. ¿Por qué?, porque cuando en el afán de creer en el mal percance que la vida le había hecho vivir, no quiso más que el delirio sosegado de creer en la mala insistencia de dar con una sola verdad de dar su cuerpo, pero, nunca su alma, pues, la guardaba bien claramente, celosamente y como un diamante pulido dentro de su propia fuerza en el corazón. Y derribando en el corazón una luz sobre el sentido opuesto en una sola mala esencia en creer con la insospechada vida en conocer a su cuerpo y más a su eterna virtud. Cuando en su mala y vesania testa en hacer creer que su mundo se había derrumbado por una cruel insistencia en el momento de una sola sospecha en hacer creer de que su mundo decae en el mismo sentido opuesto que fue una sola mala salvación a su cuerpo, pero, más a su alma y más a su pobre espíritu. Si en el afán de creer en lo opuesto del infortunio en el alma sin paz, se fue Ramona, por donde se cuece el alma de una opaca luz donde el alma esta sin la luz que de ella emana. Cuando, Ramona, se siente como el mismo desenlace de creer en el alma llena de la luz conmísera en creer una mala sorpresa en decaer en el mismo mal instinto. Cuando en el alma de Ramona se vio atormentada, fría e indecente, pero, inocua, como trascendental, como transparente en el alma casi translúcida como el diamante puro y bruto, como en ser pulido, si nunca halló amor alguno. Si cuando en el ocaso frío, pero, indeleble en su razón quedó el recuerdo adherido a su mente y supo algo que en la conmísera existencia se vio fría e impasible como el mismo tormento. Cuando en el alma se Ramona quedó malherida, insípida y sumisa no era, sino que era y fue la dama prostituta, sí, de la calle, del imperio sosegado de la esquina y de la avenida más visitada por hombres. Cuando desde su niñez supo que en el clandestinaje y en vender a su cuerpo, sí, si vendía sus besos, y caricias subrepticias, pero, su alma fría y sus ojos sin la luz que emana, no, si sentía como la mismas fuerzas debilitadas en creer en el fuego del clandestinaje de la calle. Cuando en el alma se vio como el pasaje de la vida o del boleto de la vida, cuando se murió lo intransigente de la espera y de la vida sin más vida que la misma muerte que morir en la calle. Y quedó y tan fría como indeleble como que el frío quedó como la insistencia de amar sin amor, y de amar sin temor, cuando en el juego del alma y del amor, quiso jugar en el tiempo un juego y sí saber las reglas, pues, si era la dama prostituta y con basta experiencia y con una empírica sublevada en saber de todo en la calle donde se prostituye, Ramona. Si cuando en el embalaje de dar con la razón a cuestas de todo se vio fríamente insegura, pero, sinceramente de buen estirpe. Cuando, Ramona, se vio efímeramente inconsecuente, pero, como la mayor sensación de dar la vida y dar a luz una criatura cuando se embaraza por primera vez. Y, Ramona, mientras que en su delicada maternidad se vio atormentada y gélida como traer una vida a esta vida y más siendo una niña. Y si se repite la historia, se pregunta Ramona, mientras crece ésa niña o criatura. Laboró como dama prostituta hasta que la niña tuvo cinco años, y se casó con un hombre, el cual, edificó la prole cuando tuvo una segunda niña. Ramona, no desea más recordar a su vida pasada, dejándola en un pretérito casi trascendental, casi transparente y sin huella alguna y sin una indeleble huella. Cuando en su afán de creer en su alma quiso Ramona envenenar hasta que casi se encierra en el mal deseo en poder seguir viviendo y sin poder morir en vida. Cuando Ramona, se vio fríamente atormentada por lo venidero del destino frío en contra de sus hijas. Y se vio fríamente amarrada a la vida y más a su pasado, el cual, en el instinto de creer en su afán con el dolor efímero a sus costados, cuando en el lamento de la vida se vio fría y tan álgida como el instinto fuerte. Y decayó en el pasado y quedó como el complejo sin simpleza en dar una sola razón cuando en el instinto se abrió como el deseo en querer borrar su pasado, pero, era sin ser reversible sino que era ya indeleble.
Si Ramona era como el ocaso frío o como el gélido futuro cuando protege a sus niñas hasta con la muerte, les enseña principios, valores y una moralidad adecuada en esos tiempos, pero, se le olvidó algo a Ramona que en realidad la calle es quien les enseña la verdad de la vida y de lo más vivido. Las niñas de Ramona crecen en virtud, y en sana compañía, pero, Ramona, sin poder olvidar a su pasado ni su pretérito de la vida desde la niñez en ese prostíbulo. Porque si Ramona en el afán de entregarse a la vida misma si tuvo a esas dos niñas en su vientre no quiso más que la fuerza en espíritu de protegerlas y hasta en criar de la mejor forma, pero, se enfrentó Ramona, a un dilema y una cosa de que la red de la prostitución la persigue como una mujer de bajo mérito en la vida y más de la calle y más como dama prostituta. Si en el alma de Ramona y en poder creer en el alma se siente como la misma fuerza con la única certeza en sentir la misma fortaleza en querer proteger a esas niñas desde su propio coraje y desde su único corazón. Porque cuando se perfiló la espera de esperar por el nacimiento de esas niñas, quiso ser la madre más abnegada, más casera y más hogareña de todas las madres. Cuando en el embate de dar una mala situación se siente como la triste verdad de que en la vida de Ramona quedó la mala suerte en ser sólo la dama prostituta y de la calle. Cuando en la creencia de perfilar el alma de Ramona se siente como si fuera una dama, pero, fuera de lo común, siendo una sola una dama prostituta en un pasado en que hasta el alma la había perdido aunque ella creyera que no. Cuando el alma se socavó en un mal trance y un mal trayecto en que se pierde el deseo de ver a sus hijas por mal camino. Y, Ramona, quedó como la madre más abnegada de todos los tiempos, pues, sus hijas crecen en el seno de una verdadera familia, con principios y moralidad, y virtud arraigada en el trance de la verdad y de que su instinto cayó como la total y triste verdad. Y a Ramona la persigue el tiempo, el pasado, y más que eso la red de la prostitución cuando casi se encierra el deseo y la conmísera atracción de creer en el amor a ciegas y todo por sus hijas.
Continuará………………………………………………………………………………………..
- Autor: EMYZAG (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 25 de octubre de 2022 a las 00:02
- Comentario del autor sobre el poema: ~ * ~Sinopsis: ~ * ~Ramona una mujer que fue prostituta le enseña a sus hijas otros valores y principios en la vida…hasta que las hijas caen en la red de prostitución que sigue a Ramona y no supieron nunca cómo defenderse en la vida ni de esa red…Mi #17 de novela en el año 2022…Mi #105 de novelas cortas hasta el año 2022…
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 23
- Usuarios favoritos de este poema: alicia perez hernandez
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