**~Novela Corta - Dama Prostituta - Parte III~**

ZMRS

Cuando Ramona quiso entregar el alma con la sola desnudez en aquella habitación donde recuerda su insistente insistencia de haber sido amada por hombres, los cuales, la amaron con vehemencia y calor, buscando y hallando el dolor y las caricias subrepticias por el sexo comprado y más adquirido por no tener en casa lo que busca el hombre en la calle. Y, Ramona, se dice ella que el sexo era como el cielo en subir a pie y bajar del cielo en rodillas como buscando un tiempo o una espera en que el dolor se hace como el mismo clamor en el alma a ciegas y hallando lo que nunca se hizo como el mismo sacrificio de amar lo que nunca restó, un sexo vendido y más por ella misma, cuando cubrió sus gastos de tal manera en que llegó hasta vender su cuerpo, sí, desde niña, menos su alma y la luz de sus ojos. Si, Ramona quedó como la poca insistencia en querer amarrar el cielo y a la tierra a su pobre y débil sexo. Si, Ramona, logró desnudarse en aquella habitación donde se cuece el alma, y hasta lo poco que le queda en su cuerpo y que era la piel, sí, que llena las expectativas de vida cuando tiene las huellas de cada hombre en esa piel por donde se cuece el sabor a miel, la dulzura y la compasión y la misma mísera existencia de creer que en la piel se sentía tan suave y delicada y tranquila como la paz en el camino que logró un día tener al casarse con un hombre y que le otorgó en la vida a dos hijas hermosas. Si, Ramona, zozobró en aquella habitación donde se cuece el deseo y la embriaguez de amarse a sí misma y queriendo amar quedó Ramona. Y, Ramona, pensó e imaginó que el deseo se pierde y no se gana, cuando el alma quedó como la primera vez, en que se guarda el tiempo y la conmísera mala existencia se vio aterrada en zozobra como un náufrago perdido en medio del mar. Si, Ramona, quiso ser como la mano derecha de la vida misma, pero, no, irrumpió en un instante en que quiso en ser tan desnuda como la dama prostituta. Cuando en el embate de dar una mala suerte se vio como un náufrago buscando un puerto seguro cuando en el instante se vio como pasaje de ida y sin poder regresar y todo porque en el momento se vio como un imposible desafío. Y, Ramona, como un tiempo en soledad cuando en el alma de Ramona se petrifica con esa terrible verdad en que se cuece hasta el fuego en la fogata si cuando se despierta la vida en una cruel verdad, Ramona, se siente como una niña, otra vez. Cuando en el rencor de la vida de Ramona se sintió como el desafío de entrever en el alma una furia devastada y en la vida una certeza. Y sus hijas educadas en principios, moralidad, y en grandes virtudes, pero, en el alma certera y desmoronada se intensificó de tal manera cuando en el aire se edificó la esencia y más que la persistencia en hacer sentir a la piel de fríos nuevos. Y esa verdad que le arde como comenta de luz veraniega en la piel y más en ese cuerpo que amó tanto. Y a Ramona le agrada tanto la verdad en ser como la dama prostituta en vez de ser la mujer de la casa o del hogar y amante del verdadero amor. Cuando en su afán de vanagloriar su alma y más sus ojos de luz y se vio como tan fría como la esencia pura de la verdad. Como la álgida verdad en amar la esencia y la ausencia de la certera certeza en poder creer en el alma una mala situación en que su camino se cruzó como la triste verdad. Cuando en el instinto de Ramona se vio tan gélido como el tormento de ver el cielo en el alma de Ramona, pues, el cielo era inalcanzable como intocable, pero, su cuerpo y su piel fueron lo más crudo de la verdad: amado. Y, los hombres, pues, su forma viril y de una fuerza extraordinaria en amar el sexo comprado, se vio frío y tan deliberado como la misma paz dentro de su pobre alma. El hombre en el afán de creer en su conmísera existencia, el cual, compra a una mujer, pues, no se mira tan mal, sino que la mujer era y es la catapulta en hacer comprar y vender a su propio sexo. Cuando en el tiempo y más en la razón de perder el instinto en saber que la manera de amar de los hombres se llena de compasión, y de álgido temor en comprar lo prohibido y era el sexo femenino. Cuando la mujer era y es la forma de mercadear el sexo como lo más prohibido de la calle y siendo como la dama prostituta, Ramona, se vio álgida cuando comenzó en la red de prostitución, sólo Ramona, recuerda esos instantes cuando en su mundo se vio como la más débil de las mujeres por vender su cuerpo, menos su alma ni sus ojos de luz. Si en la noche efímera se vio como la más de las fuertes mujeres, pero, sus ojos de luz miran como derrumbando el tiempo, el templo, y más aquella habitación, en la cual, se llena de tiempo, de suburbio y de pobre instinto. Y, Ramona, en aquella habitación se vio tejida, como se teje la lana, y se vio atormentada de un espanto nocturno, y se vio fría como insegura con su terrible, cruel y triste verdad. Si en el trance de la verdad, se vio, Ramona, fríamente indeleble como un tatuaje en la piel, y como una fría insistencia en creer que su alma vuela lejos de esa habitación. 




Continuación………………………………………………………………………………… 

  • Autor: EMYZAG (Seudónimo) (Offline Offline)
  • Publicado: 27 de octubre de 2022 a las 00:07
  • Comentario del autor sobre el poema: ~ * ~Sinopsis: ~ * ~Ramona una mujer que fue prostituta le enseña a sus hijas otros valores y principios en la vida…hasta que las hijas caen en la red de prostitución que sigue a Ramona y no supieron nunca cómo defenderse en la vida ni de esa red…Mi #17 de novela en el año 2022…Mi #105 de novelas cortas hasta el año 2022…
  • Categoría: Sin clasificar
  • Lecturas: 18
  • Usuarios favoritos de este poema: alicia perez hernandez
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