Corría el mes de de abril, estaba el día soleado, con algunas nubes que impresionaban que fuera a llover, pero todavía se sentía un ambiente agradable en el pueblo, había calor y un poco de viento, mientras estaba sentado en su silla y frente a su mesa de trabajo Aurelio, el joyero, que dejo por un momento su trabajo de orfebre, para fijar la vista en una enredadera de flores blancas y hojas verdes, que cubría la mitad de la cerca de color gris, de la terraza de al lado, esta en los últimos 2 meses había crecido tanto, que casi se le mete en su taller de joyería, que no daba a la calle, pero estaba rodeado de algunas casas: pensó Aurelio al ver como había crecido tanto esa enredadera que la naturaleza tenia una fuerza interna que algunos a veces subestimaban, dejando a un lado los ciclones, que hace que este manto verde de hierbas, poco a poco, vaya aumentando, y si no llamamos a un jardinero, se nos puede meter hasta la cocina de la casa, y alterarnos el paisaje, aunque para el y para muchos la verdadera fuerza de la naturaleza estaba en el colorido de todas las plantas y flores que la componían, en sus praderas, en sus bosques, y sus diferentes estaciones del año, como la primavera o el verano, que hacia reverdecer los campos, las lomas y los hierbazales por donde a diario andaba.
Ese día estaba trabajando con una pieza de plata en forma de anillo, a la cual quería incrustarle una piedra semipreciosa en el centro, para lo cual realizo otro pieza mucho más pequeña que colocaría en el centro, en la superficie convexa del añillo, la cual pego a este con la ayuda de un soplete, hecho para utilizar en el oficio de la joyería, y luego de esto con la misma técnica coloco la piedra de color verde entre cuatro dientes que sobresalían afuera, para dar por terminado su día de trabajo, y empezo a cerrar ventanas y por ultimo la puerta del taller.
El anillo se lo encargo una muchacha de nombre Noelia, de unos 19 años quien dijo que lo quería para presumir, que lo compro con un dinero que le habían regalado sus padres, que era la primera vez que iba usar uno de este tipo, pues solo tenia una fina y delgada cadena de oro en su cuello, por lo que Aurelio pensó que para ser un anillo de sport, hecho por cuenta propia, le había quedado bastante bien, así que se fue a bañarse después de un día de labor, en el que había tenido que arreglar otras joyas como el cierre de una cadena de plata.
Al llegar a su cuarto encendió la televisión, y vio que ya estaban dando las noticias, lo que le decía que eran mas delas 8 pm, por lo que rápido se preparo algo de comer, calentó arroz, frijoles , hizo huevos fritos y se tomo un refresco de naranja, para acostarse en la cama a ver la novela de la noche, con sus dramas y sus conflictos de pareja, que lo entretenían a esa hora de la noche, como el muchacho que quería decirle a su pareja que la quería, pero no tenia trabajo, ni sustento económico para sacar adelante esa relación, pensaban por momentos, y al cabo de varios capítulos hablando y conociéndose se dan cuenta que lo mas importante para una pareja de enamorados es el amor que los unió un día, y que lo demás son cosas secundarias que se podrían resolver en el futuro. Y terminaba el capitulo con los dos haciendo planes, besándose y acariciándose, y sabiendo que habían hecho realidad sus sueños.
Al llegar las 11 y 30 de la noche ya Aurelio estaba cansado, por lo que decide acostarse a dormir, teniendo un sueño tranquilo, y recordó que soñó con la muchacha del anillo, que iban a un parque y se sentaban a hablar de la vida, de sus gustos, si ella también podría aprender a hacer joyas en su taller, hasta que se despertó, y se dio cuenta que todo fue un sueño y nada mas.
El joyero padecía de dolores articulares en las manos, sobre todo de la derecha, lo cual lo achacaba a su trabajo, que si era verdad que tenia mucho de artístico, consistía en un trabajo donde predominaba mas la habilidad que la fuerza, y en el cual el conocimiento de las diferentes técnicas para ablandar y soldar el metal de las joyas construidas, era lo mas importante.
Para realizar el mismo Aurelio tenia varios manuales, mediante los cuales aprendía como realizar los diferentes trabajo de orfebrería que le encargaban, aunque la mayoría eran anillos, aretes y cadenas de metales como el oro y la plata. Eran libros pequeños pero con estos aprendía bastante sobre su oficio, al punto que ya tenía un taller, donde realizaba sus diferentes joyas, aunque al joyero en lo particular no le gustaba llevar joyas, decía que un anillo en un dedo de su mano izquierda era suficiente para el, no era muy presumido.
Al otro día por la mañana, había un sol radiante y en el cielo solo se veía el azul que alternaba con las nubes, cuando a las 10 am llego al taller de joyería, la muchacha del anillo, era una joven de piel blanca, de cabellos lacios, y de mediana estatura.
Cuando Aurelio la vio de cerca, probándose el anillo, se dio cuenta que era una mujer preciosa, de bellas piernas, de aspecto juvenil, y cuando intercambio unas palabras con ella se dio cuenta que era una persona agradable, en su mente la nombro la señora del anillo, parafraseando a la película fantástica y de aventuras que se titulaba, El señor de los anillos;
En eso Noelia le pregunta al joyero que cuanto costaba el anillo, y el joyero le contesto que por ser a ella, eran 30, que lo podía pagar en pesos también, mientras ella buscaba el dinero, por la mente del joyero otra vez pasaba la imagen de la película, cuando Golum se encontraba cerca de la lava buscando su anillo, al que le decía my precious, my precios, que significaba mi preciosa en español.
Bueno cuando la joven le pago y sintió el joven sus dedos rozar su mano, casi que se la besa y le dice preciosa, a los pocos segundos reacciono, y le pregunto a Noelia que si tenia novio, que era una muchacha muy bonita, que estaba dispuesto a hacerle un anillo de compromiso gratis, por si quería casarse o tener un novio joyero, todo esto tomo a la preciosa joven algo desprevenida, pues no se había fijado bien en el joyero, que a pesar de ser solo un joyero por cuenta propia era una persona joven, bien parecida, y quien sabe si la podría hacer feliz. Así que tomo su oferta como un cumplido, y le respondió que tal vez, que pronto le daría una respuesta.
Paso el tiempo, paso el aire por entre las rejas de las puertas, y pasaron los rayos del sol por las plantas de enredaderas que colgaban de la cerca de al lado de su taller, que cada dia crecía mas, hasta que a la semana se presento Noelia en la puerta del taller de Aurelio, este al verla se quedo enamorado de su bella silueta de mujer, de su cara, y de sus ojos carmelitas, que lo cautivaban, por momentos Aurelio creía que la joven fue sacada de una película, ya no era El señor de los añillos, sino que era aquella en la que el personaje principal era Marylin Monroe, y donde cantaba que las joyas son las mejores amigas de una chica, así que Aurelio pensó que Noelia era su mejor amiga, por lo que fue a su encuentro, y la saludo con un beso en la mejilla, a pesar de estar enamorado de ella, se dio cuenta que ella era trigueña, y no rubia, luego le pregunto que hacia por su casa.
- Pues nada, que vine a saber de mi joyero favorito, le respondió Noelia.
- que bien, y todavía te acuerdas de mi Noelia, le dijo el joven
- Pues claro, que me acuerdo de ti, fíjate si es así, que cada vez que miro mi anillo me acuerdo de ti.
- ah, el anillo, a mi me pasa igual cada que vez que empiezo a hacer un anillo me acuerdo de ti Noelia.
En eso a Aurelio se le puso roja la cara como un tomate, y le pregunto a Noelia, que si quería salir de noche con el, y ella le respondió que si, que irían a pasear por el pueblo, que primero irían al cine, y después a dar una vuelta por el parque.
Aurelio estuvo de acuerdo con ella, por lo que salieron a pasear en la noche, y después que salieron del cine, se dieron cuenta que ambos estaban enamorados, por lo que se dieron un beso intenso de amor, al rato Aurelio le prometió que al otro dia la llevaría a una joyería de una amistad de el, para que viera si le gustaba alguna joya, que dentro de tres días el la llevaría en un taxi.
Y así fue a los tres días, después de estar diciéndose por el teléfono todo lo que se querían, se fueron para la otra joyería, que era enorme en comparación con la de Aurelio, aquí la joven se probo varios anillos, miro todas las cadenas de oro, zarcillos de diferentes formas, manillas, y al final le dijo al joven que estaba indecisa que no sabia que comprar.
Aurelio le dijo que le compro mientras ella estaba mirando las vidrieras, un anillo de plata, y ella le pregunto, y para ti que te compraste mi amor, y Aurelio le dijo, que se pusiera frente aun espejo grande que estaba apoyado en el piso, donde se veía la figura completa de la persona y también le dijo que se mirara en el mismo, para después decirle que el no quería ninguna joya, que para el su joya mas deseada era ella, la que reflejaba el espejo.
Noelia se quedo enamorada como nunca antes con esta acción del joven Aurelio y solo atinaron a darse un abrazo, y después se fundieron en un beso de amor, lo cual hizo que su relación se hiciera mas fuerte y creciera cada día mas, con cada beso, con cada palabra, con cada frase de amor, tanto fue así, que a los pocos meses se casaron, siendo felices para siempre.
- Autor: jorg serra ( Offline)
- Publicado: 29 de octubre de 2022 a las 23:08
- Categoría: Cuento
- Lecturas: 17
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