Somos el tiempo
que nos queda.
—de José Manuel Caballero Bonald.
Maestro, que en paz descanse.
Cruzo ahora un puente
—el puente de todos
los santos—, construido con tiempo.
Piedra a piedra, mampostería,
fue este puente hallando contorno,
y su materia no fue de adobe,
no fue argamasa tierna, fue tiempo.
Me gusta mirarte, pero para mirarte
preciso de tiempo, de un tiempo
que no figura en los relojes, inmemorial
semblanza de una raza que se desvanece.
Voy cruzando un puente de tiempo
y sobrepaso ahora la tercera pilastra.
El río me saluda abajo las aguas,
y pasa raudo, como con prisas,
unas prisas que no entiendo
porque son prisas de morir,
de cumplir desembocadura y silencio.
No te vayas todavía, espérame quieta
en la esquina de este segundero incesante,
como espinas sin rosa, abedul sin ramas,
tiempo sin ti, sin tus ojos...
Dices que te han dado este puente, quédatelo
y disfrútalo sin mi presencia, yo trabajo.
Necesito verte aunque solo sea para cerciorarme
de que lo que vieron mis ojos antaño era cierto.
Te has convertido con el paso del silencio
en un sueño que no tiene despertar, ni horario,
ni alarma que de un reloj tardío se pronunciara
a un aire ralo, extraño, como de otro planeta.
Cruzo —y mientras hablo sigo cruzando—
este puente, construido a base de tiempo
y argamasa, sin desdeñar el arte que los artífices
pusieron en el no caerse de una mampostería
megalítica y romana, cuya física no tiene explicación.
Si no tienes otro plan para este puente llámame.
Necesito oír el trino de tus ruiseñores brotando
de un cordaje ya en la nebulosa del olvido.
Necesito que al mirarme me guiñes en complicidad
el ojo, como hacías entonces —sí, eso quedó ahí.
Cruzo el puente, solo, una vez más, sin contestación
que sustancie mi duda sobre ti, sobre tu pensar,
sobre tu sentir hacia mí, sobre tu quejido de noche,
cuando no hay testigos, ni orejas pegadas al tabique,
ni notarios, ni pitares de coches, ni voces de vecino.
Eso, cuéntame, para saber a qué atenerme,
aunque lo sé, o lo intuyo, lo siento, te siento...
Sigo cruzando un puente que...
- Autor: Albertín (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 30 de octubre de 2022 a las 13:08
- Comentario del autor sobre el poema: Cuando el tiempo hace aguas, sin un puente, sin un punto de apoyo que las gobierne.
- Categoría: Sociopolítico
- Lecturas: 34
- Usuarios favoritos de este poema: Lucía Gómez, Haz Ámbar, Alexandra L, lacarmentere
Comentarios1
"Necesito verte aunque solo sea para cerciorarme
de que lo que vieron mis ojos antaño era cierto.
Te has convertido con el paso del silencio
en un sueño que no tiene despertar, ni horario,
ni alarma que de un reloj tardío se pronunciara
a un aire ralo, extraño, como de otro planeta.
Cruzo —y mientras hablo sigo cruzando—
este puente, construido a base de tiempo..."
¡Cuánta añoranza y melancolía transmiten hoy tus versos...tristes pero bellos!
Abrazo
Quizás añoro ese roce. Me he visto Rilke al releerme en tu cita. Otro para ti Tere, siempre fiel a mis ocurrencias 😊😊😘.
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.