Primero es hacer un hueco...
harina blanca
tamizada...
el cedazo es la lección.
Mi padre
sosteniéndolo con su mano...
Su mano...
no le perdoné a la muerte
que me privara de su caricia y lloré
su ausencia
hasta que me venció el sueño...
Su voz quedó grabada
en el saludo del teléfono y agradecí
recuperar su sabia intervención.
Vuelvo a buscar su presencia
en el acto de amasar
harina blanca
levadura
aceite
leche
y
sal...
- Autor: Bea (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 31 de octubre de 2022 a las 20:55
- Categoría: Familia
- Lecturas: 26
- Usuarios favoritos de este poema: alicia perez hernandez
Comentarios2
Hermoso y nostálgico
el calor de un padre siempre se extraña.
Con mucho cariño
JAVIER
Siempre se extraña!!! Gracias, Javier!
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