Me pregunto...

Me pregunto si ya estaré lista para verte de nuevo tras de ella ... 

Para verte enamorado.

Para verte dándole dulces y flores.

Estaré lista para verte llorando?

Para estar contigo mientras me cuentas tu sueño con ella, mientras tus ojos se llenan de lágrimas y tú voz se quiebra ...

Quisiera estar lista para eso. 

Para ver tu felicidad o acompañarte en tu desdicha. 

Para verte tras ella cada día. Cuando tus ojos buscan desesperadamente perderse en los de ella. Para saber que cada una de sus risas te eleva al cielo y estremece tu corazón. 

¿Estaré lista acaso?

Para ver qué tus manos anhelan acariciarla. Y que no puedes ocultar lo que hay en tu corazón para ella.

Sabes bien que una vez me despedí de ti por esa razón. Porque tu alma y tu ser entero no están conmigo. Sino que es con ella que quieren estar para siempre. 

Tú me lo has dicho. Claramente lo he visto. 

Quisiera ser fuerte. 

Quisiera que tus ilusiones se cumplieran. Que ya no haya más dolor en tu alma. Felicidad y paz para ti es lo que más deseo.

Pero y si no ocurre? 

Vas a buscarme para llorar. 

Cómo decirte que no, cómo no ofrecerte mi consuelo... 

¿Y cómo puedo ignorar todo esto? Cómo! Si ahora te veré junto a ella cada hora del día. Y lo más doloroso, es ver que tú amor lo callas. Lo callas de nuevo. Y ese sentimiento volverá a consumirte. Como si fuera fuego y tú una hoja de papel. 

Ya te he visto en cenizas. 

Te he visto golpeado. 

Te he visto sumergido en el mar del amor. Ahogado. 

Y ahí vamos de nuevo...