La lluvia no podrá...

Alberto Escobar

 

Ya no va a dolerme el viento, 
porque conocí la brisa. 
Día diez, llagado de su sonrisa. 

—Gilberto Owen.

 

 

 

—Voy a poner más baja la música de fondo...

 

 

Se me ocurre ensuciar la posibilidad
de este papel con este escrito:

 

Me esperas, hace tiempo
que espero este momento.
Voy andando, pensando en qué 
voy a decirte, en cómo encajar
la jabalina de tu sonrisa, tus dientes
refulgiendo sobre el sensible 
de mis pupilas, sobre un iris 
que se vela para no encandilar
el entendimiento, gafas de sol.
Voy andando y la brisa me pega
contra los ángulos postreros 
de los pómulos, helando se van.
Voy flotando porque no me doy cuenta
del esfuerzo del camino, una hora.
Voy pensando, y eso me aleja
de la realidad que me circunda.
No veo lo que siempre cuando paso
por este sitio, el edificio rojo
que tanto me llama hoy no. 
No veo porque los ojos se han vuelto
hacia dentro; lo de fuera no importa. 
No veo porque estoy escudriñando
cada pliegue de mis dudas,
de mis inseguridades, para alisarlas,
para que el vestido que luzca el alma
aparezca terso y sedoso, sin arrugas,
ante el escrutinio al que seguro seré 
sometido; tu exigencia así lo decreta...
La brisa va tornándose viento
con el suceder de los pasos
—la meteorología no parece estar 
de acuerdo con este encuentro. 
Caen las primeras gotas y raudo
me cobijo bajo el saliente de ese balcón.
Espero que escampe pero no sucede.
La intensidad del goteo va en aumento,
y ella me manda un guasa para irse
y le digo que se resguarde. Hace tanto
que no nos vemos por un cúmulo
de circunstancias que dos gotas
no pueden posponer el festival químico 
que en breve va a producirse. 
Van a encontrarse en un mismo matraz
tu sustancia y la mía, y la costumbre
de no vernos no puede desviar la senda
del destino —no debemos permitirlo.
Ella me responde que bueno, que hay
cerca un árbol frondoso cuya copa
es tan tupida que hará las veces de cornisa. 
Empiezo a correr aun soportando el dolor
del aguacero golpeando contra mi rostro
cual si fuera un violento temporal sobre 
un acantilado ya herido por la insistencia. 
Ya la veo al fondo. Me congratulo 
de no haber sucumbido a las insidias 
de los dioses, sonrío.
Ella empieza a verme, me adivina, sonríe
en una primera instancia hasta que su boca
va abriéndose cada vez más en muestra
de alegría —ríe a carcajadas y dando gracias. 
Me quiere —deduzco del tenor de sus ojos. 
No fundimos en un abrazo tan ardoroso y tierno
como si de un bronce de alto horno se tratara. 
Fue el momento, ese —el resto sobraba...
Salió el sol a continuación, y un arco voltaico
con todo su espectro nimbó nuestras cabezas. 

Ver métrica de este poema
  • Autor: Albertín (Seudónimo) (Offline Offline)
  • Publicado: 3 de noviembre de 2022 a las 10:52
  • Comentario del autor sobre el poema: Después vino lo inevitable, la familia; pero hablemos de la vida entera que se circunscribió a ese encuentro. Lo demás...
  • Categoría: Familia
  • Lecturas: 51
  • Usuarios favoritos de este poema: Martha patricia B, Alexandra L, Texi, lacarmentere, Dante Cruz Velez, Haz Ámbar
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Comentarios4

  • lacarmentere

    No entendí nada...y entendí todo...
    La lluvia siempre es aliada.
    Me encantó 🥰

    • Alberto Escobar

      Me alegro. Qué no entendiste, si puede saberse jajaj. Un abrazo Tere.

    • lacarmentere

      Es chanza...me encantó la manera de describir ese momento y de guardar ese recuerdo con tanto detalle.
      Un placer leer lo que escribes querido amigo 🥰

      • Alberto Escobar

        No es autobiográfico, por si se te ha pasado por la cabeza jajaj, aunque sí es producto del deseo que tengo de reencontrarme con alguien.

        • lacarmentere

          Más mérito aún...tienes un talento increíble para llevar al lector por los senderos de la mente y del corazón.
          Para cuándo el bets seller?🥰

        • Marilyn💎

          Dibujaste un escenario de encuentro con todos los detalles. Creo que no se olvidó ninguno.
          Cuánta creatividad!!!
          Un gusto 🦋😊

          • Alberto Escobar

            Me alegra que te guste Marilyn. Un abrazo y aquí tienes tu casa.

          • Haz Ámbar

            Muy bueno. Profundamente existencial.
            Se agradece.
            Un saludo.

            • Alberto Escobar

              Te refieres a que a quién no le ha pasado, no? Otro para ti Haz.

              • Haz Ámbar

                A todos ha habido algo que nos ha marcado por siempre, si no no escribiríamos estas letras.

                • Alberto Escobar

                  En mi caso no es algo que haya pasado sino algo que deseo que pase. Pienso que todos escribimos las mismas letras, solo la combinamos de distinta manera 😜😜.

                  • Haz Ámbar

                    Sí, es un azar misterioso ese que da forma a las palabras que designan desde las más simples cosas hasta las más complejas de las sensaciones. Creo que debería estudiarse esto profundamente... ¿No se ha hecho?

                    • Alberto Escobar

                      Habría que remontarse al origen del habla más que al de la escritura.



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