Mi madre me dejó, tan maravillosa herencia... De anhelos, de sueños, ternuras y amores...
Mi madre me dejó, lo que nunca olvido, su mirada limpia, reflejo de su alma, la luz de sus ojos que alumbra mi amor...
Todas mis tristezas, penas, sin sabores...
Mi madre me dejó, sus callados besos, su grito en silencio de mil bendiciones, su gran corazón tan puro y sincero...
Jamás... Jamás de traiciones...
Y se fué... Y se fué sabiendo que un amor tan libre, que un amor tan bello, nunca... Nunca habrá más fuerte... Y que en mí perdura, a pesar del tiempo y de la misma muerte... Y de la misma muerte...
Y se fué... Y se fué sabiendo que por el camino que ella me guíe, por ahí le sigo, que busco sus besos... Que busco sus brazos... La tierna caricia con que me arrullaba, desde que era un niño...Plácida y serena, qué cálido abrigo...
Por todo lo bueno que me dió en la vida siempre... Siempre irá conmigo.
Que Dios la bendiga, que Dios la reciba...
¿Qué por qué lo digo?
Al darme la vida me entregó su fuerza, ella, así siempre me lo dijo...
"Hijo nunca tú claudiques, por nada te rindas, que nada te aflija, Dios es nuestro guía, Dios es nuestro amigo...
Así es Señor...
Y se fué...
Y se fué contigo...
Eddy Jurado
- Autor: Eddy (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 3 de noviembre de 2022 a las 23:52
- Categoría: Amor
- Lecturas: 12
- Usuarios favoritos de este poema: Martha patricia B, Dante Cruz Velez
Comentarios1
Amigo mío de ese tema si sabré, tan sublime tan especial el amor de una madre trasciende fronteras aquí y el más allá. Bellas letras y merecido homenaje para ella, tan única y especial. Cómo todas. Abracitos.
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