Yo soy como cualquier otro.
No me ves? No, acaso no me veas.
Pero lo soy. Nada me diferencia
del que utiliza el estropajo. Del que
revisa sus matemáticas frente al espejo,
suavísimo, noble. Del que mueve
montañas, o asciende, curvado,
la ladera quemada de los siglos.
Del que canta cerca de su cabaña,
alimentando rumores, cercándose
de palomas. Mi cuerpo, mis manos,
que no te rozan, rozan, sin embargo,
trozos de tu piel. Herida y maciza,
como un papel deslumbrado. Y
ando, muchas veces, casi todas de hecho,
cabizbajo, roto, asimilado. Y quizás
me parezca a ti, y quizás a nada.
Sí, también me faltan lecturas.
Y brillos y destellos y albas.
Mas no creo imposible el diálogo
entre dos hombres, crecidos ambos,
mucho, con barba poblada.
Me asciende la herida y lo cercano.
Lo que, remanso sobre piedra, descansa,
suave, en mi mano. Lo que remato
y sirve de júbilo, a los que acarician
del arroyo, las aguas.
©
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Autor:
Ben-. (
Offline) - Publicado: 7 de noviembre de 2022 a las 10:40
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 63
- Usuarios favoritos de este poema: Lucía Gómez, Haz Ámbar, Freddy Kalvo, Alberto Diago, Texi, lacarmentere, Martha patricia B, WandaAngel, David Arthur, alicia perez hernandez
Offline)
Comentarios4
Preciosos versos, poeta!!! Un gusto leerte.
"Yo soy como cualquier otro.
No me ves? No, acaso no me veas.
Pero lo soy. Nada me diferencia
del que utiliza el estropajo. Del que
revisa sus matemáticas frente al espejo,
suavísimo, noble. Del que mueve
montañas, o asciende, curvado,
la ladera quemada de los siglos."
Muchísimas gracias linda poetisa, un abrazo con carmín y ajenjo, je!!!
Muchas gracias Omaris. Un fuerte abrazo...
Yo no sé cómo lo haces, pero Siempre me queda una sensación de agrado al leerte. A veces no te entiendo pero aún así me gusta como lo dices. Abracitos.
Vaya piropo más especial hacia mis intentos de versar. Gracias!! Martha. Un abrazo!!
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