Si no te frenas, simiente del cedro:
si no detienes por fin tu vuelo,
si no decides dónde asentarte en la arena del suelo
y comenzar a arraigar en el movedizo médano,
ningún bosque de cedros crecerá,
y la arena seguirá corriendo:
no corras más, no quieras seguir eternamente al viento:
su carrera no tiene destino final,
y perderás tu sentido.
Debes alzarte, fijar tu raíz, arraigarte,
y poblar de cedros esa porción del mundo que elegiste.
Entonces detendrás el médano, y cantarás la canción del viento.
- Autor: Marcos Gaviola ( Offline)
- Publicado: 7 de noviembre de 2022 a las 18:46
- Comentario del autor sobre el poema: "Era semillas en el lecho del viento. El viento acarrea como un perfume la simiente del cedro. Yo resisto al viento y entierro la semilla, con intención de desparramar los cedros para gloria de Dios. Es preciso que el amor encuentre su objeto". Antoine de Saint Exupery Ciudadela
- Categoría: Reflexión
- Lecturas: 48
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