Felicidad
me esquivaste tanto tiempo,
te escondiste muy, muy lejos
disfrazada de nieve en cumbres montañosas.
O de iris en frágiles alas de mariposas.
Te sentía tan lejana,
que hasta llegué a pensar que en verdad no existías, que eras una falacia, que eras una utopía,
el trillado argumento de los cuentos de hadas.
No sabía que eras tú quien reía a carcajadas
entre aquellos chiquillos correteando en la calle;
en un breve saludo, en el canto de un ave,
en el último rayo de sol de cada tarde.
En las calladas letras de un verso temeroso
que me espiaba a hurtadillas detrás de la ventana;
en la tierra mojada, en la hoja, en la rama.
Por eso, hoy que te muestras presente, sin disfraces
retadora, sonriente, erguida frente a mí,
hoy que hacemos las pases
ya no sé qué decir. Olvidé a dónde ir,
invadida de miedo de perderte de nuevo.
Felicidad
¡no me abandones más!, mira que ya comprendo
que te buscaba en él, pero al fin, no era cierto.
Tu guarida está aquí,
aquí, en mi hogar, junto al fuego, donde vas a vivir
detenida en el tiempo.
Donde voy a cuidarte como algo muy preciado
porque ya te merezco, porque el tiempo ha llegado,
porque no tengo miedo de beber de tu mano.
Felicidad
Me abrazaré a tu pecho, recostada en mi lecho
dormirás a mi lado.
- Autor: Josephine Barrett (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 11 de noviembre de 2022 a las 16:46
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 38
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