No más estupidez,
tu actuación es acidez,
lo digo por última vez,
sin ser mediocre juez,
o jugar al ajedrez,
tu presencia es esa espina,
que no piensa ni atina,
y marcha en su rutina,
camina hacia el barranco,
buscando el color blanco,
siéntate en el banco,
púdrete en tu espanto,
fabrica un falso llanto,
y vete de mi vida,
apestas como el Sida,
ya no tendrás cabida,
y esta pesadilla, al rato se olvida,
yo voy hacia adelante,
con espíritu pujante y verso vibrante, afilado y picante,
tu vida es esa sombra, que no vibra y se asombra,
vendió y rifó su honra,
busca un necio barrigón,
sin gracia y muy simplón,
véndele tu ilusión,
cántale tu canción,
ofrécele desazón,
desciende hacia tu infierno, tenue y eterno,
ajusta pronto el perno, engáñalo a tu yerno, que es bobo y muy tierno,
pues tu alma es negra y pobre,
hoy no vale ni un cobre y duerme en ese sobre,
triste alimaña de huerto,
mi ojo es muy experto,
no soy el sucio puerco o clon poco inexperto,
tan feo es el mamerto, barato aquel injerto,
tu voz ya es el desecho,
ayer perdió el derecho,
igual que aquel arrecho,
que hoy traga su afrecho, que es duro y estrecho,
y aquí cierro el capítulo,
sellando este fascículo,
sobando mi testículo,
leyendo aquel versículo,
y claro... comiendo esta canchita,
tomando cervecita,
rompiendo aquella pita y cancelando la cita.
Por: titánico.
Derechos de autor reservados.
-
Autor:
titánico (Seudónimo) (
Offline) - Publicado: 12 de noviembre de 2022 a las 07:08
- Categoría: Surrealista
- Lecturas: 42
- Usuarios favoritos de este poema: Hugo Emilio Ocanto, alicia perez hernandez
Offline)
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.