Llevo en mi semblante, ¡amor!,
el ramo de flores que te prometí,
mi querida Marquesa amante,
de promesas que juré junto a ti
Deambulando entre cipreses,
recios podios de la inmortalidad,
jabalinas de penetrantes evocaciones,
laceran helio aqueste estrato espectral
Cumulonimbos borrascosos, ascienden
sobre la tumba inerte y vacía, blanca;
indeformable estructura fantasmal
recuerda nuestro profundo amor, abisal.
Ya las marchitas flores de antaño
la imagen no volverán a entintar,
la misteriosa ansia agazapada
de aquella pasión exterminada
Fue lo que fuimos trasmutando
en aquel jardín del amor secreto,
y con mis parpados aún abiertos
estaré recitando, el Canto del arpista.
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Autor:
Leoness (Seudónimo) (
Offline) - Publicado: 19 de noviembre de 2022 a las 16:52
- Categoría: Amor
- Lecturas: 32
- Usuarios favoritos de este poema: alicia perez hernandez
Offline)
Comentarios1
Un poema que casi cae en el surrealismo en algunas estrofas, en algunos versos.
Agradable, sin duda.
Saludos.
gracias por tu apreciación, me reconforta
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